El coronel William Quintero Salazar pasó su segunda noche detenido en el Comando de la Policía del Meta, en Villavicencio, en donde se desempeña como subcomandante operativo.
La decisión hace parte de una resolución de acusación en contra del oficial por el delito de homicidio agravado. El procedimiento fue ordenado por la Fiscalía 65 Especializada de Bucaramanga.
Quintero se encuentra vinculado a un proceso por la muerte de Jhonny Eduardo Soto Santos y Róbinson Cala Galvis, quienes murieron en extrañas circunstancias. Estas dos personas fueron presentadas, según la investigación, como muertos en un combate con guerrilleros del Eln. Sin embargo, las víctimas resultaron ser reconocidos campesinos de la región.
Estos hechos ocurrieron el 4 de julio de 1999, en el kilómetro 13 de la vía Panamericana, vereda La Moneda, jurisdicción de Sabana de Torres, Santander. En ese momento, Quintero era subteniente.
Por la muerte de Sonto Santos y Cala Galvis, cinco personas más se encuentran detenidas en la cárcel de Bucaramanga.
Este oficial, nacido en Pensilvania, Caldas, se desempeñó como comandante del Segundo Distrito de Policía de Floridablanca, Santander, antes de ser trasladado a Antioquia.
Quintero ya había estado preso hace dos años en la penitenciaría La Picota por los mismos cargos. Fue detenido cuando adelantaba el curso de ascenso para teniente coronel. Pero luego de un mes recobró la libertad, aunque quedó vinculado en la investigación.
El oficial venía de ser el comandante de la Policía en Itagüí, Antioquia, pero luego de salir de La Picota pasó al comando operativo en el Meta.
La orden de aseguramiento del teniente coronel en el comando de Policía del Meta fue llevada a efecto por el CTI de la Fiscalía en la tarde del miércoles pasado, en cumplimiento de una orden de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Fiscalía.
EL TIEMPO
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