Luego de que el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta acogió los argumentos la Unidad de Restitución de Tierras (URT), Magdalena Medio, con respecto a dos predios ubicados en el municipio de Sabana de Torres (Santander), tras varios años de despojo dos familias lograron retornar a su hogares.
La primera decisión está relacionada con la restitución jurídica y material del predio rural Brisas de Payoa, ubicado en la vereda Bellavista, que fue habitado por toda una familia desde 1991 y, en donde posteriormente, predominaron grupos subversivos como el ELN y el frente 20 de las Farc.
Seis años después, el líder de esta familia fue designado por los pobladores de esa vereda como presidente de la junta de acción comunal, cargo que generó nuevas amenazas por no acceder a las peticiones que le realizaban los guerrilleros, quienes lo tildaron como colaborador de los paramilitares. Por su parte, las autodefensas, comandadas por alias Camilo Morantes, lo tildaron como auxiliador de la guerrilla, para asesinarlo tiempo después.
La esposa y los hijos del fallecido decidieron desplazarse a la ciudad de Bucaramanga, lugar a donde no retornaron por temor a perder sus vidas, generando con ello la pérdida de los cultivos, el ganado y el deterioro de los enseres. A ello se le sumó el asesinato de otro de sus hijos a manos de presuntos paramilitares, hecho que sepultó la ilusión de regresar a su propiedad.
Similar historia vivió el grupo familiar asentado en el predio El Limoncito, en la vereda Provincia, donde construyeron casa de habitación y cultivaron plantaciones de yuca, plátano, cacao, maíz, limón y ganado, hasta que aparecieron grupos paramilitares que comenzaron el cobro de impuestos de seguridad, realizaron amenazas, hostigamientos, desplazamiento forzado, desapariciones y masacres.
En esa ola de violencia, fue asesinado un miebro de la familia, que se vio obligada a dejar de inmediato el lugar. Tiempo después, y debido a la precaria situación económica que vivían en la capital del departamento de Santander, decidieron regresar al predio nuevamente. En esta ocasión, también fueron objeto de amenazas y de un atentado fallido al padre cabeza de familia.
La Unidad de Restitución de Tierras, en compañía de las autoridades competentes, realizaron la entrega material de los dos terrenos a esas personas, quienes lograron retornar a sus hogares y territorios de arraigo.
BUCARAMANGA
Comentar