En los hospitales Federico Lleras y San Rafael, de Ibagué y El Espinal, en Tolima, permanecen bajo atención médica especializada tres de los 27 niños que resultaron lesionados tras el desplome de una tarima durante una corraleja realizada este domingo en El Espinal.
El caso más delicado es el de una menor, de 3 años, que presenta trauma de tórax y golpes abdominales.
“Se encuentra en condición crítica en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Federico Lleras, de Ibagué”, afirmó Juan Carlos Leal, director administrativo de Salud en El Espinal.
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Luis Eduardo González, gerente del Hospital Federico Lleras, aseguró que la menor “permanece en la UCI pediátrica con pronóstico reservado y continuamos atentos a su evolución en salud”.
Otros dos niños, que también se fueron al piso en el desplome de la plaza de toros, reciben atención médica por pediatría en el Hospital San Rafael, en El Espinal.
“La condición de estos dos niños es mucho mejor, permanecen en condiciones estables de salud, están fuera de peligro”, dijo Juan Carlos Leal y agregó que tienen fracturas menores en sus cuerpos que no revisten peligrosidad.
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En total, 27 niños que se encontraban en la corraleja fueron atendidos en hospitales de El Espinal e Ibagué por fracturas y lesiones.
La tragedia de la corraleja de El Espinal dejó 352 heridos y cuatro muertos, entre ellos, un niño de 14 meses que había sido llevado a ese espectáculo por sus padres.
El director administrativo de Salud de El Espinal señaló que este menor ya fue sepultado y sus padres han recibido atención psicosocial de parte de la alcaldía, así como ayudas para el sepelio.
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Fabio Buitrago, ciudadano que sufrió fractura en una rodilla, dijo que su hijo de 11 años también resultó afectado con golpes y contusiones en su cuerpo.
“En la casa salimos afectados dos adultos y mi hijo de 11 años que, afortunadamente, se ha venido recuperando de algunos golpes, pues encima le cayeron guaduas, madera y mucha gente de los palcos”, dijo Buitrago.
Señaló que en El Espinal es costumbre que las familias lleven a sus niños a las corralejas, donde no hay control en el ingreso.
IBAGUÉ
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