El puesto de Jimmy Arley Escobar Rosero en las calles de Armenia no pasa desapercibido, en especial para los turistas, pues en el letrero donde se anuncia la venta de productos como el típico plátano asado con queso se puede leer un gigante: "aceptamos bitcoin".
Escobar, en entrevista con La W radio, contó como desde hace dos años empezó a interesarse por esta moneda virtual y por eso pensó que, teniendo en cuenta el gran número de compradores que venían de otros países, sería una gran idea estar a la vanguardia
"Un amigo me comentó que era una forma de pago, que eso iba a ser mundial (...) él me contaba que eso era un furor en China. Me mostraba videos de gente aceptando bitcoin en establecimientos en España, en otros países y pues como acá es una ciudad muy turística entonces yo dije pues voy a aprovechar eso", contó.
Añadió que tras abrir su billetera virtual se lanzó a promocionar el nuevo método de pago para comprar sus productos, en promedio tiene entre 8 a 10 personas que consumen el alimento y usan este tipo de pago.
"Un compañero me abrió la cuenta, yo puse el anuncio y eso me sirvió de mucha publicidad porque empezó a llegar más gente", agregó.
Con voz segura, el hombre relató que para él ha sido fundamental ahorrar, que ya tiene "como un bitcoin completo" porque la valorización ha subido bastante y que tiene las cuentas claras.
"Aproximadamente, cuando estaba a 612 dólares (el bitcoin) un plátano valía como 2.500 y este jueves haciendo la conversión, la hice como a 7.500 dólares, ya ese plátano estaba en el valor de 30.000", concluyó.
Es insistente en dejar claro que "no es que el plátano valga $30.000" sino que esto se da por un ejercicio de valorización.
Según Juliana Matíz, CEO de la empresa de capacitación en mercados financieros Investopi, lo contado por el vendedor podría tener sentido, pues cuando un turista viaja al hacer el cambio de moneda se pierde dinero por la comisión.
"En mi experiencia como viajera he entendido que si vas, por ejemplo, de turista en latinoamérica debes cambiar de divisa por país y de cambio a cambio se pierde plata. Entonces el bitcoin para hacer micropagos se podría decir que puede ser interesante", añade.
Sin embargo, dice que esto no aplica siempre, que depende del contexto de la comisión y el nivel de congestión que tenga la red y por eso, en esos casos, debería considerarse el pasar a otra criptomoneda.
Al hablar de la rentabilidad de la activación de estos métodos de pago en las calles, Matíz asegura que lo primero es pensar en el motivo por el cual se va a hacer.
"Si es para dejarlo a largo plazo puede funcionar porque la rentabilidad del bitcoin es para eso, pero si lo necesita para el día a día o la compra de materia prima tiene el riesgo de que la moneda baje durante el día y no pueda vender al mismo precio o superior al que lo recibió. Se debe tener en cuenta el riesgo", analiza.
Sobre el panorama en Colombia, pronostica que su uso aumente, de hecho en la temporada de diciembre más empresarios podrían empezar a arriesgarse a negociar con esta moneda virtual, de ahí que ya se reporten casos de personas que hacen sus compras navideñas en bitcoin.
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