A pesar de que en los últimos meses, tras el enfrentamiento con los taxistas, el servicio de Uber ha estado en el ojo del huracán, existen otras modalidades de transporte informal que tienen agobiadas a las ciudades.
En este negocio ilegal están involucrados desde carros particulares y motocicletas hasta bicicletas que ofrecen, sin necesidad de ninguna aplicación digital, recorridos por zonas urbanas en las principales capitales.
Los usuarios los prefieren porque, según ellos, son más rápidos, prácticos y económicos.
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En Barranquilla, por ejemplo, hasta la fecha, la Secretaría de Movilidad de la ciudad ha multado un total de 7.040 vehículos por prestar el servicio de transporte informal, entre mototaxis, colectivos y vehículos de Uber.
El secretario de Movilidad, Fernando Isaza, reconoce que no hay un estudio que le permita establecer el número de personas que a diario usan estos servicios.
Barranquilleros como Armando Altamar opinan que movilizarse en mototaxi es una forma económica y rápida de llegar al trabajo.
“El bus me cobra 1.900 y me tardo casi 45 minutos, en la moto llego en menos de 25 y pago 1.000”, dice. Todos los días hay controles y requisas para tratar de revertir este fenómeno en Barranquilla, pero no es fácil.
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Hasta la fecha van inmovilizadas 3.434 motos, 1.074 vehículos particulares y 2.532 carros por prestar el servicio de colectivo.
Cada parte o multa que el propietario del vehículo debe pagar por cambiar del servicio autorizado por las autoridades es de 644.000 pesos.
Críticas en SantanderEn Bucaramanga hay 14 puntos identificados para toma un mototaxi. Allí, el auge del fenómeno es relacionado con la entrada en operación de Metrolínea, el sistema de transporte masivo, hace siete años, pues no llega a muchas zonas del área metropolitana, como Girón.
Algunos sondeos para conocer las motivaciones y tendencias de la ‘piratería’ en el transporte, entre ellos uno realizado por las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS), evidenció que quienes que se inclinan por esta forma alterna de movilidad lo hacen por comodidad, por falta de alternativas y por economía.
Ante las numerosas críticas por la supuesta actitud permisiva de las autoridades, el director de Tránsito de Bucaramanga, Míller Salas, ha señalado que sí se está trabajando.
Ausencia de rutasEl funcionario indicó que para ello se creó un grupo élite conformado por 50 efectivos de la Policía y agentes de tránsito, quienes a diario operan para contrarrestar la ilegalidad.
“Superamos el número de vehículos inmovilizados respecto al año anterior. Tenemos más de 10.000 motocicletas inmovilizadas, y varias de ellas por informalidad”, señaló.
Según el director de Tránsito, se estima que en los cerca de 200 accidentes registrados hasta noviembre del 2016 se vieron involucrados vehículos de transporte informal.
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Aunque Pereira cuenta solo con 470.000 habitantes y tiene un buen servicio de transporte masivo, colectivo e individual, muchas personas dicen que deben usar los carros ‘piratas’ ante la ausencia de más rutas.
Esos carros, casi siempre de modelos viejos, operan en puntos de la ciudad como la plaza cívica Ciudad Victoria (en el centro) y sus alrededores: un centro comercial y un gran almacén de cadena; el sector del Parque Industrial y la comuna Villa Santana.
En el 2010, el Área Metropolitana del Occidente (Amco), la máxima autoridad de transporte en Pereira, Dosquebradas y La Virginia hizo un estudio sobre la problemática del transporte informal, el cual arrojó que 449 vehículos particulares se dedicaban a la ‘piratería’ y que diariamente movilizaban 1.724 personas.
El subdirector del Instituto de Tránsito de Pereira, Carlos Iván Rojas, aseveró que la entidad hace operativos contra el transporte informal y se imparten comparendos, pero su control es “muy difícil porque los pasajeros de estos carros siempre se ponen de acuerdo con el conductor para decirles a las autoridades que son familiares”.
En Pereira, los taxistas no denuncian a los ‘piratas’ porque se han concentrado en Uber, que este año llegó a la ciudad y ya marcó puntos como el medio más utilizado en la capital risaraldense, aunque por un 1 por ciento respecto a otro tipo de transporte informal.
En Medellín, la ciudadanía prefiere estos vehículos por encima de Uber por no tener que esperar o hacer filas en centros comerciales para abordar un taxi.
Ante esto, la Secretaría de Movilidad de la ciudad dijo que no hay excusas porque hay rutas de transporte público en todas las comunas de la ciudad.
En el 2016 fueron impuestos 9.051 comparendos por transporte informal en la capital antioqueña, es decir que cada día se sancionaron entre 27 y 29. Por otro lado, se inmovilizaron 3.561 vehículos.
EL TIEMPO