La tragedia ocurrida en el estadio Guillermo Plazas Alcid, de Neiva, que dejó el viernes 4 muertos y 10 heridos tras caerse una estructura, desnudó una serie de errores en la planeación de la remodelación de este escenario deportivo.
Los trabajos arrancaron a finales del 2014 y debían concluir a finales de octubre del 2015 con la remodelación y reforzamiento de la tribuna occidental, incluyendo camerinos para jugadores y árbitros, zonas de precalentamiento, zonas húmedas, cafeterías, restaurantes y graderías para 7.500 espectadores.
Las obras, que hoy están paradas por orden de la Alcaldía tras la tragedia, no arrancaron bien toda vez que, según cálculos y estudios, para dejar como nueva la tribuna occidental se requerían al menos 35.000 millones de pesos, pero pese a la escasez de recursos y al desbalance económico, el contrato 1758 fue firmado con el Consorcio Estadio 2014 por la administración del exalcalde Pedro Hernán Suárez a un costo de 21.000 millones de pesos, incluyendo los 1.200 millones que tuvo el costo inicial de la interventoría.
De esos recursos, provenientes de las Regalías, Coldeportes aportó 11.200 millones y otros 10.000 millones los colocaron la Gobernación del Huila y la Alcaldía de Neiva.
Las obras, adelantadas en un 92 por ciento, según un informe de la interventoría entregado recientemente a la Alcaldía, incluían la cubierta y una subestación eléctrica, pero antes de vencerse el plazo de entrega, el Consorcio Estadio 2014 solicitó una prórroga o adicional en tiempo de 2 meses y, para rematar, luego acudió a una suspensión de obra por 8 días alegando entregas no oportunas de materiales para los baños y camerinos. (Lea también: Se elevó el número de muertos en estadio de Neiva)
Pese a todo, la administración anterior volvió a echar mano de los recursos de regalías aprobando una adición de 7.300 millones de pesos para llevar a feliz término la obra y otros 450 millones se orientaron para extender la interventoría que finalmente redondeó más de 1.600 millones de pesos para la vigilancia del proyecto.
Una tercera prórroga de 150 días fue otorgada hasta el 31 de julio de este año y el cuarto plazo no se hizo esperar, por lo que el compromiso era entregar los trabajos este 31 de octubre, pero, por todas estas dificultades y atrasos, ya el proyecto había sido calificado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en “estado crítico de ejecución”.
El alcalde de Neiva, Rodrigo Lara Sánchez, quien recibió la obra en ejecución en enero pasado, considera que uno de los posibles errores que dieron al traste con los trabajos fue “la falta de planeación por una mayor cantidad de obra a la presupuestada”, y afirma que, si ocurrió un error, “está por delante la responsabilidad de las personas que hicieron los estudios y diseños, la obra, la interventoría y demás cosas, cada persona tendrá que responder”.
Lara Sánchez, que no ha estado de acuerdo con esta obra, pues la califica de “monumental en una ciudad con muchas necesidades sociales”, se sorprendió al inicio de su Alcaldía cuando le comunicaron que los 27.000 millones girados al estadio no eran suficientes y los trabajos quedarían a medias.
“Solicitaron 5.000 millones más para silletería, sistema eléctrico y otras obras, pero no aceptamos ni aprobamos la petición”, dijo el mandatario.
Incluso, a comienzos de año corrió la noticia de que si no se tramitaban los recursos completos, el Atlético Huila solo podría jugar de día, dado que no había plata para iluminar la cancha ni las tribunas.
Mateo Trujillo, presidente del Concejo de Neiva, cree que la administración anterior de la ciudad tiene mucho que ver con esta debacle por la inexistencia de planeación y de seguimiento a una obra de esta magnitud.
“Se presume, hubo una desviación grave frente al diseño original y esperamos se sancione a quienes sean responsables”, dijo el concejal, y la misma posición asumió el ingeniero civil Marcos Silva, quien, tras visitar la zona afectada y revisar los escombros, advirtió que “en la obra hubo fallas aberrantes”.
“Este proyecto, supuestamente técnico, debe ser examinado por profesionales de experiencia para ser continuado”, señaló el ingeniero y agregó que, por el destino que va a tener la estructura y la población que va a albergar, “deben ser revisadas de manera precisa las previsiones antisísmicas”.
El Consorcio Estadio 2014 anunció que daría a conocer su versión a través de un comunicado, pero al cierre de esta edición no lo habían hecho público.
En esta tragedia que enluta a Neiva murieron los obreros Heriberto Vélez López, Wilson Rodríguez, Édinson Cabrera y Ferney Stiven Bolanos, cuyo cuerpo solo pudo ser rescatado en la tarde del domingo.
‘Vamos a suspender los giros’Simón Gaviria, director del Departamento de Planeación Nacional, le dijo a EL TIEMPO que “sin duda las falencias detectadas llevaron a que la obra tuviese un mal desempeño y algo muy importante es que una vez se establezcan responsabilidades, tienen que darse consecuencias penales, fiscales y disciplinarias”.
Agregó que se trata de un proyecto crítico, con problemas muy serios, que iba por mal camino debido a modificaciones en los diseños y mayores costos de obra.
“Vamos a suspender los giros de regalías de este proyecto hasta que haya claridad en lo sucedido y este martes (hoy) radicaré ante la Fiscalía un informe detallado de los antecedentes del proyecto”, dijo y agregó que ya habían alertado de los problemas a los órganos de control.
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