Las fuertes precipitaciones de los últimos días, que han golpeado especialmente el piedemonte llanero y el occidente del país, son producto de la influencia de frentes de humedad que provienen del sur del continente y no obedecen propiamente a los efectos de un fenómeno de La Niña, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
(Además: Hay 17 departamentos afectados por las fuertes lluvias de noviembre)
Estas corrientes, que arrastran humedad desde las costas de Chile y Argentina hacia la Amazonia colombiana y de ahí pasan por el piedemonte llanero y afectan a ciudades como Bogotá, serían las responsables de la cantidad e intensidad de las lluvias recientes.
Aunque regularmente noviembre es lluvioso, no es el pico de precipitaciones de la segunda temporada de lluvias que se establece para esta temporada en el país. No obstante, según el Ideam, ya superaron los registros de octubre, pero no estarían muy arriba del promedio histórico para esta época.
La expectativa es que se mantengan estas condiciones de tiempo lluvioso hasta mediados de diciembre, especialmente en la región Andina y la Orinoquia.
Vale anotar que esta semana, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (Noaa por sus siglas en inglés) hizo una advertencia sobre la Niña; el organismo señala, basado en observaciones hechas durante octubre y comienzos de noviembre, que el fenómeno ya está presente y tiene el 55 por ciento de probabilidades de que permanezca en los próximos meses.
Pese a lo dicho, Christian Euscátegui, jefe de Pronósticos del Ideam, explica que las mediciones de la Noaa se refieren a los indicadores de los últimos dos meses, y que se requeriría que estos se mantuvieran durante tres meses más para que efectivamente se consolide un fenómeno de estas condiciones.
Además, Euscátegui agregó que por los registros que se tienen del país, cuando se da un fenómeno de la Niña débil, las lluvias se mantienen muy cercanas a los registros históricos para la época.
Extreman contingencia para la operación aéreaPor las cancelaciones y retrasos de las últimas dos semanas, producto de las fuertes lluvias, la bruma de algunas jornadas y el incidente de una aeronave en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, las autoridades implementaron medidas extraordinarias para mitigar el impacto a los viajeros.
Al recalcar que la seguridad de los viajeros está por encima de cualquier circunstancia, el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, dijo que se pidió reforzar los planes de contingencia para afrontar situaciones extremas como estas, pues el martes amanecieron cerradas ocho terminales, entre ellas las de Bogotá, que concentra el 85 por ciento de las operaciones diarias; Armenia y Medellín por niebla; mientras que, el martes en la noche, un avión de carga que aterrizaba en el aeropuerto El Dorado tuvo un inconveniente con el tren de aterrizaje y solo pudo ser movido luego de nueve horas, retrasando la operación del miércoles.
Por ello, desde el jueves en esta terminal se instaló un puesto de mando unificado, que operará todos los días hasta finales del mes de enero, fecha hasta en la cual se espera que se sigan presentando las actuales condiciones climáticas.
El plan busca mitigar las afectaciones a los usuarios, porque la incidencia del clima atípico ha sido generalizada, especialmente en la región Andina. La entidad agregó que las obras de infraestructura se han sumado a las causas de los cierres. Si bien la Aerocivil no tiene el reporte del número de vuelos cancelados, porque el dato lo manejan las aerolíneas, esta semana las demoras en los vuelos alcanzaron incluso las tres horas.
EL TIEMPO
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