Hace unos días se conoció el caso de un grupo de soldados que resultaron intoxicados o envenenados (aún no hay claridad en el asunto) después de almorzar.
Aunque esta tragedia conmovió al país, pues uno de ellos murió, no es la única que ha ocurrido.
Aquí le presentamos un recuento de esos casos.
El 7 de abril de 2021 los miembros del pelotón Gladiador n.° 1 del batallón de infantería n.° 38 Miguel Antonio Caro, con sede en Facatativá, se intoxicaron después de almorzar pasta, papas, arroz y pollo (alimentos comprados en La Dorada, Caldas).
Los catorce soldados cayeron uno a uno al suelo y diferentes vehículos los transportaron a tres lugares para su atención: al hospital de Puerto Salgar, a un centro médico de La Dorada y a la unidad médica de la base aérea de Palanquero.
Además, varios de ellos fueron llevados al Hospital Militar de Bogotá, donde Kevin Stiven Rúa Godoy, quien tenía apenas 19 años, falleció.
EL TIEMPO recogió el testimonio de la madre de Godoy. “Cuando yo llegué allá, él estaba intubado, con suero y algunos medicamentos. A mí el médico me dijo que la situación de él era bastante crítica, que le estaban haciendo exámenes y que lo más posible era que tenía muerte cerebral”.
Añadió que los médicos afirmaron “que ellos habían comido en el almuerzo algo con veneno, pero todavía los exámenes no arrojaban qué tipo de veneno era”.
Hasta el momento no se sabe a ciencia cierta qué ocurrió. Lo único que se comenta es que la tragedia ocurrió por una mala manipulación de alimentos.
22 campesinos de Pinchote, Santander, que consumieron la semilla de una planta, terminaron en el Hospital Regional de San Gil.
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El hecho ocurrió en febrero de 2020 y, en ese momento, Carlos Torres, comandante del Distrito de Policía de San Gil, afirmó: “un llamado de habitantes del sector alertó a las autoridades de la concentración de varias personas, que participaban en un evento donde se escuchaban gritos, lamentos extraños y voces de auxilio. En el lugar se encontraron personas vomitando y convulsionando”.
20 adultos y 2 niños tuvieron que ser auxiliados. Al parecer, participaban en un ritual liderado por un ‘chamán’, quien fue capturado por el delito de lesiones personales.
A principios de este año, de nuevo el Hospital Regional de San Gil atendió a decenas de personas que presentaban molestias estomacales.
"Las personas llegaban con diarrea y vómito. (...) Tuvimos más de 120 pacientes de todas las edades que llegaban con estos mismos síntomas. El 95 por ciento correspondía a personas del casco urbano y el 5 por ciento restante eran de veredas", indicó Horbes Buitrago, gerente del centro de salud.

Al hospital regional de San Gil llegaron las personas con una misma sintomatología
Gobernación de Santander.
Además, 30 personas ingresaron a la clínica privada del municipio con esos síntomas.
Las autoridades iniciaron una investigación, pues la intoxicación pudo tener origen en el agua del municipio, aunque aún no hay certezas al respecto.
En abril de 2020, 28 personas se intoxicaron con un pollo sudado en mal estado, el cual ingirieron en la cocina comunitaria de un barrio de Villavicencio.
Según la secretaría de Salud de la ciudad, hubo una deficiente manipulación del alimento y por eso resultaron afectados los beneficiarios del programa alimentario.
Todo indicó que prepararon la comida y guardaron los rezagos para el consumo del día siguiente.
Por fortuna, no hubo fallecimientos.
En marzo de este año, en el municipio de San Fernando, al sur del departamento de Bolívar, una menor de edad preparó alimentos en los cuales, por equivocación, utilizó insecticida.
Este error ocasionó el envenenamiento de todo su núcleo familiar.
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Elkin Álvarez Vasquez, subintendente de la policía, atendió el caso y declaró que la niña, de 13 años, “confundió un tarro de veneno para matar insectos con aceite de cocina, el cual vertió a la comida. Horas más tarde de consumido el almuerzo presentaron los primeros síntomas de intoxicación y fueron trasladados a diferentes centros hospitalarios”.
Lisbeth Castro Padilla (nombre de la menor) falleció y sus dos hermanos tuvieron que ser atendidos con urgencia debido a su estado.
A mediados de abril, un menor de edad murió y dos niñas y dos adultos presentaron un grave estado de salud después de ingerir alimentos preparados con veneno en lugar de aceite de cocina.

El lamentable hecho ocurrió luego de que la familia fuera a pescar. (Imagen de referencia).
Hernando Herrera / Archivo EL TIEMPO
Las personas estaban disfrutando un almuerzo familiar en Pinillos, Bolívar, y “presentaron dolor estomacal, vómitos y desmayos, por lo que fueron trasladados al hospital Nicolás de Tolentino de Pinillos”, según informó la policía.
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