“Resistí a la hipotermia, a las costillas rotas, a los pulmones perforados… volví a nacer”, afirmó, con un aura de mucha tranquilidad y seguridad, Rafael Henzel, periodista brasilero y uno de los seis sobrevivientes de la tragedia del equipo Chapecoense.
Henzel nació el 25 de agosto de 1973, pero no deja de recordar el día que renació. Fue el 29 de noviembre del 2016, un día después del siniestro en el antiguo cerro Gordo (hoy rebautizado como Chapecoense), al oriente de Antioquia, en el que fallecieron 71 personas.
“Agradezco a Dios por haberme dado una segunda oportunidad, por mantenerme junto a mi familia y amigos, por seguir trabajando en lo que tanto amo. Haré lo posible para llevar un mensaje de fe, vida y esperanza a todos”, dijo.
Si bien tuvo que trabajar fuerte para recuperarse físicamente, lo que más lo puso a pensar por un tiempo fue saber si podría superar el miedo a volar, algo necesario y constante en su profesión de periodista. Pero lo logró, con ayuda de un psicólogo.
En los últimos 12 meses, Rafael escribió un libro. En 'Vive como si cada día fuera el último' retrata su vida desde el momento posterior al accidente. Cuenta cómo se recuperó, el apoyo que recibió de sus seres queridos , además de resaltar la fuerza y firmeza que ha adquirido en su cotidianidad y en su trabajo.
“Creo que las personas van a recordar y conmoverse con la tragedia durante mucho tiempo. El recuerdo se quedará, pero es necesario avanzar, con paz, con tolerancia, con respeto”, señaló.
Ximena Suárez, la azafata boliviana que también sobrevivió al accidente del avión Avro RJ85, de LaMia, intenta reestablecerse haciendo “cosas a las que antes no le daba importancia”.

Ximena Suárez es madre soltera de dos niños.
AFP
“Estoy capacitándome para dar charlas motivacionales y haciendo bisutería”, comentó Ximena, de 28 años y madre soltera de dos niños, con quienes pasa la mayor cantidad de su tiempo.
El accidente fue un golpe muy fuerte para ella. Cayó en una depresión muy grande, y su familia, sus hijos le ayudaron a salir de todo por lo que estaba pasando.
Cuando evoca aquel 28 de noviembre, parece quebrarse. “Volvimos a nacer. A los sobrevivientes los considero como hermanos; somos un milagro y tenemos que dar testimonio para ayudar a otras personas”.
Tras concluir una fase de fisioterapia y de recuperación psicológica y psiquiátrica, Ximena empezó “a escribir un libro, que ya terminé; retomé mis estudios (de ingeniería), estoy trabajando como modelo independiente y dando charlas sobre mi experiencia”.
Siente que hay quienes la admiran y la ven como un milagro. Para ella, “su salvación no fue suerte, solo la voluntad de Dios”.
Junto con Rafael y Ximena, también sobrevivieron al accidente el técnico de la tripulación Erwin Tumirí y los jugadores Helio Neto, Jakson Follmann y Alan Ruschel.
NACIÓN
*Con información de AFP