El próximo primero de noviembre se cumplirán 18 años del secuestro por parte de las Farc del intendente jefe de la Policía Luis Hernando Peña Bonilla, un boyacense de Monguí.
Desde hace 15 años la familia de este suboficial dejó de recibir pruebas de supervivencia de él.
Tan solo en julio del 2008 volvieron a tener noticias de Luis Hernando, cuando el subintendente Armando Castellanos Gaona, uno de los rescatados mediante la ‘Operación Jaque’, le dijo a la prensa que Peña Bonilla fue fusilado por las Farc.
Desde ese momento la familia ha intentado por todos los medios que se confirme si él está vivo o muerto y que si es lo segundo, le indiquen en qué lugar se encuentran sus restos.
“Yo les pido al Gobierno y a los de las Farc que me devuelvan a mi hijo, porque lleva 18 años secuestrado y no sabemos si está vivo o muerto”, manifestó la mamá de Luis Hernando Peña, Leonor Bonilla.
Esta víctima del conflicto armado lamenta que nadie les haya ayudado a que le entreguen a su hijo.
“Yo vivo con la esperanza de que mi hijo esté vivo, pero es una esperanza de mí solita”, dijo doña Leonor.
Agregó que lo único que ella pide es que le entreguen a su hijo como se encuentre, al igual que a las demás personas que están desaparecidas en el país.
Le solicitó al general Luis Mendieta, oficial que estaba al mando de Peña Bonilla cuando ocurrió el secuestro, que ayude a pedir que devuelvan a su hijo.
El exgobernador del Meta Alan Jara, quien estuvo secuestrado con Peña, afirmó que lo vio por última vez en diciembre del 2001 o en enero del 2002, en un campamento de cemento.
Hace ocho años circuló la versión de que el cuerpo del Intendente estaría sepultado en el Caguán, pero nadie le ha confirmado a la familia que eso sea cierto.

La mamá del intendente Luis Peña Bonilla, Leonor Bonilla, pide que le entreguen a su hijo vivo o muerto.
Peña Bonilla, cuya familia vive en Sogamoso, fue secuestrado por las Farc durante la toma a Mitú (Vaupés), junto con otros uniformados, entre ellos el también boyacense Luis Mendieta, que era coronel.
En una carta, cuando aún estaba secuestrado, Mendieta decía que por problemas mentales hacía seis años a Peña lo habían sacado del lugar donde estaban los demás y que desde entonces no volvió a verlo.
“Dijeron que le iban a realizar un tratamiento siquiátrico, pero desde esa fecha no sabemos de él a pesar de las constantes preguntas por su situación”, indicaba en su carta el hoy general.
El subintendente Armando Castellanos Gaona afirmó hace ocho años que los hechos en que murió Peña Bonilla ocurrieron en la antigua zona de distensión, “donde estaban los campos de concentración”. Agregó que el cadáver del intendente jefe está cerca de Los Pozos, en el Caguán.
Boyacá Sie7e Días
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