Médicos de la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV), ubicada en Floridablanca, Santander, lograron una hazaña que hasta hace poco era impensable: mantener con vida a un bebé de 22 semanas de gestación dentro del vientre de su madre, quien había sido declarada con muerte cerebral producto del virus H3N2, una influenza respiratoria que se le complicó.
María Lised Durán, nombre de la mamá, trabajaba como auxiliar de enfermería en el municipio de El Socorro, Santander. En esa población fue internada en el Hospital Regional Manuela Beltrán, donde los médicos intentaron estabilizarla y preservar tanto la vida de ella como la de su bebé, sin embargo, su estado de salud se fue complicando hasta el punto de tener que ser asistida con un respirador.
La situación conllevó a que un grupo de médicos de la FCV viajara hasta ese municipio para instalarle un equipo artificial que remplazara la función del pulmón y así poder trasladarla a Floridablanca.
Leonardo Salazar, director del programa Ecmo (Oxigenación por membrana extracorpórea) y uno de los especialistas que trató a la paciente, cuenta que pese a que estaban haciendo los esfuerzos para su recuperación, poco a poco ella empezó a presentar un sangrado en el cerebro, síntoma que desencadenarían la muerte cerebral.
“Cuando una persona tiene muerte cerebral, las zonas profundas del cerebro también se mueren y eso quiere decir que el cerebro deja de funcionar como órgano y de manera irreversible. Significa que muchas cosas que el cerebro controla de manera inconsciente pierden el control, eso lo que hace es que el resto de órganos fallen y paren rápidamente”, explicó el médico.
La principal preocupación a partir de ese momento fue salvar al bebé, quien seguía con vida en el vientre a pesar del estado de su progenitora
No obstante, María Lised seguía respirando gracias al método artificial instalado en su cuerpo y de esa forma también proveía de oxígeno al feto.
La principal preocupación a partir de ese momento fue salvar al bebé, quien seguía con vida en el vientre a pesar del estado de su progenitora. Esta tarea se enfrentaba a la condición de que cuando una persona sufre de muerte cerebral se considera que ya falleció, por lo que se hace un certificado de defunción y por ende ya no tiene derecho al sistema de salud.
“El bebé tenía 22 semanas de gestación, que no es viable sacar. Están tan inmaduros sus órganos que no es capaz de sobrevivir (…) Nos vimos en la situación que teníamos a una mamá fallecida, con unos órganos que estaban entrando en crisis por su muerte cerebral y con un bebé que estaba dentro de su vientre, pero que estaba con vida”, señaló el doctor.
A pesar de lo anterior, la EPS Medimás, encargada de cubrir los servicios médicos de María Lised, aceptó también hacerse responsable de los gastos para mantener con vida al bebé.
Adicionalmente se adelantó un proceso para certificar que la conservación de la vida del feto hacía parte de los deseos de la madre o de la familia, puesto que de no ser así, los médicos no podían adelantar el debido tratamiento para ello.
En un encuentro entre representantes de la FCV, la Secretaría de Salud de Santander y la de El Socorro con los familiares de la paciente fallecida, se evidenció que María Lised, antes de ser entubada para la respiración asistida, escribió que quería que cuidaran al niño haciendo todo lo posible para salvaguardarle la vida. Además, su esposo estaba dispuesto a criarlo.
De esa manera, los médicos utilizarían el cuerpo de la madre para enviar todos los nutrientes necesarios al feto y condicionar el ambiente dentro del útero para su crecimiento, por lo menos hasta la semana 27, un tratamiento que se realizaría por primera vez en Colombia y uno de los pocos en el mundo.
“Encontramos que ese procedimiento se había hecho ya. Hay reportes en la literatura científica de que se ha hecho 30 veces en la historia médica. Sin embargo, ninguna de esas mujeres estaba conectada a un pulmón artificial (…) Yo consulté con la persona que más experiencia tiene en usar pulmón artificial en mujeres embarazadas, trabaja en la Universidad Columbia en Nueva York y lo ha hecho cuatro veces, pero ninguna de sus pacientes estaban con muerte cerebral”, indicó el médico.
Asimismo, se hicieron los exámenes pertinentes del cerebro del pequeño para asegurarse de que estaba bien y tras una respuesta positiva, los médicos de la FCV iniciaron el proceso para mantener el medio interno de la mamá y asistirlo con nutrición artificial y hormonas, una tarea muy estricta para los médicos.
Más de un mes duraron los galenos en todo el proceso de asistencia al feto por medio del cuerpo de su madre, hasta que finalmente decidieron el pasado jueves 21 de septiembre sacar al pequeño a través de una cesárea y tras ello desconectar a María Lised del equipo de respiración artificial.
Hasta el momento, el recién nacido se encuentra en incubadora, respirando por sí solo y recibiendo los cuidados necesarios para su crecimiento por parte del cuerpo médico de la FCV.
BUCARAMANGA
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