La Fiscalía y el Gaula de la Policía Nacional rescataron ayer en un populoso sector de Cartagena al ciudadano estadounidense, Benny Osorio Mejía, quien había sido secuestrado, según la Fiscalía, el pasado 11 de noviembre en la Ciudad Heroica.
"El rescate de Osorio Mejía, un juez estadounidense que se encontraba de vacaciones en Colombia, se produjo en el barrio Daniel Lemaitre de Cartagena, donde permanecía retenido por un grupo de delincuencia común", informó ayer la Fiscalía General de La Nación.
Durante la operación fueron capturadas en flagrancia cuatro personas encargadas de mantener en cautiverio al juez, nacido en Barranquilla, pero con nacionalidad estadounidense.
En el lugar del cautiverio fueron incautadas armas y documentos que serán evaluados dentro de la investigación, asegura la Fiscalía.
"Por la liberación del Juez los plagiarios exigían la suma de 33 mil dólares, equivalentes a 103 millones de pesos colombianos aproximadamente", aseguraron las autoridades.
El abogado había sido secuestrado en plenas fiestas de noviembre.
Perfil del jurista
Aunque Benny Osorio Mejía es barranquillero de nacimiento, ha vivido gran parte de su vida en Los Estados Unidos.
Es abogado egresado de Georgetown University, y fue elegido por sus colegas– miembros de la Association of Deputy District Attorneys–como el mejor fiscal del 2005 en Los Ángeles (California).
“Él no es convencional, pero no te equivoques, es alguien muy serio”, le había dicho a EL TIEMPO en el año 2006 la periodista Marissa Belles, autora de un reportaje a Osorio en el Antelope Valley Press, un periódico de Los Ángeles, la ciudad estadounidense en la que se mueve el fiscal desde 1995.
A pesar de que ha vivido 47 años, de los 50 años que tiene, en Estados Unidos, y de que habla un español atropellado y enredado, siempre se ha sentido barranquillero.
En un perfil que el periodista de EL TIEMPO, Álvaro Oviedo, escribió sobre Osorio en el 2006 lo describe como un hombre al que “sale con un chiste en el momento oportuno, o se quita los zapatos en plena audiencia, delante de testigos y acusados, o es simplemente de los que distensionan el ambiente con una sonora carcajada”.
Tiene una larga experiencia como Fiscal, y a investigando asuntos de pandillas en el norte de Los Ángeles.
En el 2000, Osorio lideró la investigación que terminó con pena de muerte para uno de tres delincuentes que asaltaron a una mujer, la violaron, la secuestraron y la incineraron.
Dos años después, el fiscal estuvo solo en un proceso que involucró a tres personas que participaron en un atraco y un crimen en una venta de hamburguesas. Aquí logró cadena perpetua para un adulto de 37 años ante dos jurados –cada uno conformado por 12 personas– que debían estar de acuerdo.
JOHN MONTAÑO
REDACTOR DE EL TIEMPO
CARTAGENA
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