Calma, que no cunda el pánico. Eso es lo que se espera en los negocios de la compañía pereirana Busscar de Colombia S.A.S, luego de que se conociera que se someterá a un proceso de reorganización, avalado por un auto de la Superintendencia de Sociedades.
La fábrica de vehículos e implementos viales se especializa en autobuses y sus carrocerías y chasís, de los que es la segunda productora más importante del país. Por este posicionamiento es considerada también como un emblema de la capital risaraldense.
Un experto y una fuente cercana a la empresa le dieron a EL TIEMPO un parte de tranquilidad para sus más de mil trabajadores directos, clientes, proveedores, acreedores y el mercado en general, sobre la solidez de la compañía y la continuidad de sus proyectos actuales.
Este diario pudo establecer que las razones de la decisión se relacionarían con una “desigualdad” de competencia frente a carrocerías importadas que son fabricadas sobre chasís con tecnología Euro V (para reducir la emisión de gases), porque estas tienen exclusión en el IVA.
Esto les estaría generando demoras en los pagos de clientes molestos por las dificultades legales y los trámites para obtener ese beneficio.
También habría influido la actual crisis de diferentes sistemas de transporte masivo. Esta, dice la fuente, es “consecuencia de la falta de cohesión y coherencia administrativa y legal, entre las acciones del gobierno central y las administraciones locales”.
Y a esto también se habrían sumado los retrasos en las licitaciones para nuevas fases de TransMilenio en Bogotá.
Sana medidaPara el economista Carlos Alberto Osorio Duque, consultor de la empresa Estudios y Consultorías Socio Económicas (Ecse), la reorganización es una autorización para asumir un proceso de insolvencia empresarial. Esto, sin embargo, “no debe ser generador de pánico, sino que se trata de un instrumento sano”.
La medida sería entonces “una primera fase que permite a la empresa tomar decisiones financieras para reanudar, posteriormente, sus operaciones comerciales normales. Esto podría implicar la reducción de la planta de personal y acomodar nuevamente sus recursos para hacer frente a una situación de mercado que debe sortear”, explicó.
Este tipo de acciones se toman, según explicó, para evitar “el gran impacto” que tendría en la economía un eventual cierre definitivo, por tratarse de “un importante jugador del mercado”. La idea, por el contrario, es garantizar su continuidad. Para Osorio Duque, este recurso “habla muy bien” de los directivos de Busscar.
En las próximas semanas, la compañía debe presentarle a la Supersociedades un proyecto de determinación de votos y acreencias. Este define a quiénes les debe, cuánto y su prioridad en el orden y forma de pago, para someter a votación el acuerdo de reorganización ante ellos.
Esto, porque el régimen de insolvencia al que se acogió Busscar, definido por la Ley 1116 de 2006, busca proteger el crédito y, al mismo tiempo, recuperar a las empresas que, siendo viables, están en crisis transitoria. Y la manera que plantea para hacerlo es reorganizarlas de modo que solucionen las razones del problema.
JUANITA MENDOZA
Para EL TIEMPO
PEREIRA
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