La quinta podría ser la vencida para el rector del Instituto Manizales, Francis Rodrigo Otero Gil, en el premio de la Fundación Compartir para el que es finalista este año, tras cuatro intentos previos.
Es la primera vez que llega al grupo de los cinco que asistirá a la ceremonia de premiación. La única institución del Eje Cafetero en competencia estará junto a un colegio de Nariño, otro de Casanare y dos del Valle del Cauca.
Estos fueron seleccionados tras una visita, a finales del año pasado, de la fundación a los 23 semifinalistas electos, a su vez, de 180 candidatos inscritos. Entre los aspectos evaluados se tuvieron en cuenta factores como innovación educativa e infraestructura.
Según Otero, lo que permitió que avanzara más en la edición de este año fue su programa ‘Si yo cambio, todo cambia’. Se trata “de un proceso de transformación para ofertar una educación de calidad en un contexto social difícil”, como el que existe en la comuna San José de la ciudad, donde está ubicada la institución.
Según el asesor de Compartir que visitó el plantel público en noviembre pasado, Fabián Cárdenas Vega, “no es tan común” que los colegios repitan su inclusión en la preselección. Señala que la razón es que, en muchos casos, se desmotivan y desisten a la primera negativa.
“Con el rector (del Instituto Manizales) ha pasado algo importante y es que se nota que ha seguido trabajando. Ha sido recurrente la participación porque se nota que hay un esfuerzo por intentar mejorar”, dijo el evaluador.
El premio, que se entregará en mayo en Bogotá, se fija en cinco aspectos: la inclusión social de la comunidad que rodea al colegio en el proceso educativo, la pedagogía, la gestión y el manejo de recursos, la infraestructura y las alianzas con otras entidades.
Otero mostrará resultados como la duplicación de las calificaciones del colegio en el Índice Sintético de Calidad del Ministerio de Educación en los últimos años, la conectividad total a internet para sus 1.100 estudiantes y la inversión de 8.500 millones en mejorar la planta física con un edificio nuevo y la implementación parcial de la jornada única, entre otros.
Según la retroalimentación de participaciones anteriores, Cárdenas explicó que el reconocimiento no ha llegado antes porque la autoevaluación institucional que no se usaba como insumo para medir el progreso del plantel. Otero considera que esta falla ya ha sido corregida.
Entre tanto, Santiago Román Serna, de 14 años, afirma que Otero les ha cambiado la mentalidad a los estudiantes y que eso es lo más importante. Él, por su parte, aspira a ganarse un crédito-beca del programa Ser Pilo Paga el próximo año, cuando presente las pruebas Saber 11.
Cuando el director asumió el cargo, hace siete años, la zona comenzaba su proceso de renovación urbana con el Macroproyecto San José. Debido al difícil contexto social de la comuna, “se generaron una cantidad de conflictos”, recuerda Otero.
Así, su labor ha trascendido hasta la mediación entre las autoridades y la comunidad frente a ciertas problemáticas que afectaban a sus estudiantes “como seres humanos que se proyectan en términos de sociedad, cultura, política y desarrollo humano”, dijo.
Por eso la propuesta del colegio se llamó ‘Si yo cambio, todo cambia’ y recibió asesoría externa en comunicaciones. “Pudimos leer más de cerca lo que estamos haciendo, porque no es fácil, porque nos parece normal”, señaló el rector.
Para el secretario de Educación de Manizales, Juan Carlos Gómez, esto “quiere decir que (el colegio) está haciendo las cosas bien y debe ser tomado como modelo” para el país.
MANIZALES