La masacre, que duró 4 días, fue ordenada por los jefes paramilitares Salvatore Mancuso y Rodrigo Mercado Peluffo, alias Cadena, y fue dirigida por Luis Francisco Robles Mendoza, alias Amaury, quien había estado en el Ejército como suboficial de las Fuerzas Especiales y había ingresado a los paramilitares luego de que se le acusara de dos asesinatos.
La orgía de sangre que se perpetró hace 20 años en El Salado sigue dejando varias interrogantes. Los habitantes de la región aún se preguntan cómo 450 paramilitares pudieron desplazarse por tres rutas diferentes sin ser detectados, ni combatidos, ni capturados por las autoridades.Le puede interesar: La cruenta masacre que dejó a El Salado en 20 años de silencioso duelo

Salvatore Mancuso quedará en libertad el 27 de marzo de 2020. Permanece recluido en la cárcel federal de Atlanta.
Archivo Particular
El Centro Nacional de Memoria Histórica también se preguntó en un documento oficial por qué solo hasta el 23 de febrero, cuatro días después de la masacre, se produjo el primer resultado operativo: 11 paramilitares capturados y 2 dados de baja.
"Más sorprendente resulta el hecho de que el segundo resultado operativo se produjo dentro del territorio de la masacre, en la vereda La Sierra, el 28 de febrero. Los cuatro paramilitares capturados permanecieron en el territorio de la masacre nueve días después de que la Infantería de Marina llegó hasta el casco urbano de El Salado", señala el informe.
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El 5 de julio del 2018, la Corte Suprema de Justicia ratificó la condena de 13 años de prisión contra el capitán de corbeta Héctor Martín Pita Vásquez, de la Armada Nacional, a quien se le comprobó responsabilidad en la masacre del Salado debido a que no desplegó acciones militares por medio de la compañía 'Orca', de la Armada Nacional, de la cual estaba al mando, y contribuyó con los hechos criminales que perpetró el grupo de paramilitares en la zona.

En la foto, habitantes del corregimiento El Salado, en Carmen de Bolívar, que volvieron a recuperar sus casas y todo lo que dejaron por huir de la masacre.
EL TIEMPO
El alto tribunal tuvo en cuenta el testimonio del infante de marina Alfonso Enrique Benítez Espitia, quien reconoció que hubo "connivencia entre los militares y los grupos paramilitares para ejecutar las acciones en El Salado".
La Corte dijo, demás, que todas las conductas perpetradas en esta masacre deberían ser crímenes de lesa humanidad para que no prescriban.
En septiembre del 2011, Luis Francisco Robles Mendoza, alias Amaury, reconoció ante un fiscal de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, su responsabilidad en siete delitos perpetrados con ocasión de la masacre del corregimiento El Salado.
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En la actualidad, alias Amaury, purga una condena de 40 años por homicidio, desplazamiento forzado, reclutamiento ilícito, fabricación, tráfico y porte de armas en la cárcel Tramacúa, en Valledupar. Según información del Inpec, 'Amaury' permanece recluido en esta prisión desde el 28 de agosto del 2010 y ha sido remitido a las cárceles de La Picota, en Bogotá, y La Ternera, en Cartagena, por solicitud de audiencia con un juez.
Robles Mendoza anunció el año pasado que pondrá a disposición de la Jurisdicción Especial de Paz, la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, la información que tienen "para aportar al esclarecimiento del conflicto interno colombiano".
En febrero del año 2012 el juzgado penal del Circuito Especializado de Santa Marta condenó al exparamilitar Edgar Ariel Córdoba Trujillo, alias Cinco Siete, a 24 años de prisión por el homicidio del periodista independiente Álvaro Alonso Escobar. El criminal también reconoció haber comandando durante nueve años el ejército paramilitar de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, en el Magdalena.
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Finalmente, el 30 de noviembre del año pasado fue capturado en Maicao (La Guajira), John Jairo Esquivel, alias El Tigre, otro de los paramilitares que orquestó la masacre de El Salado y que se encontraba libre desde hace una década en el Magdalena.
Esquivel, quien se había acogido a la Ley de Justicia y Paz en 2010, fue detenido por su presunta participación en el secuestro de Melissa Martínez, sobrina de Gabriel García Márquez.
Alias El Tigre confesó en su momento que sus hombres violaron a decenas de mujeres en El Salado y aceptó su participación ese mismo año en las masacres de Astrea, Valledupar y Codazzi (Cesar).
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