Después de padecer ocho días las inclemencias del calor debido a la falta de energía por el daño de un transformador, las mujeres del barrio Alto Tayrona, en el nororiente de Santa Marta, decidieron hacer una huelga de ‘piernas cruzadas’.
“No vamos a tener nada de nada hasta que no tengamos luz. Nos toca tomar medidas extremas porque no nos están poniendo atención por ningún motivo, a ver si Electricaribe nos coloca la luz”, dijo Lesbid Noriega, una de las manifestantes, el lunes en la mañana en una emisora local.
Aseguró que no tendrían más relaciones sexuales con sus esposos porque en las noches hace mucho calor y que para evitar cualquier contacto estaban durmiendo con el jean puesto. “Esposo que nos tire la pierna encima, no mijo, eche para allá porque hace mucho calor.”, expresó Noriega.
Esposo que nos tire la pierna encima, no mijo, eche para allá porque hace mucho calor
Los hombres preocupados por el ‘castigo’ de sus parejas no demoraron en quejarse. “Sin luz nos tienen las mujeres con candado. Estamos trasnochados espantando los mosquitos y cuando tiro la mano me la tiran para otro lado. Nada de nada”, dijo Jorge Moreno, residente del sector.
Pero la singular protesta dio resultados. El mismo lunes en la tarde, Electricaribe instaló un nuevo transformador y los residentes de Alto Tayrona pudieron dormir con luz y suspender la abstinencia sexual.
Electricaribe informó, a través de un comunicado, que luego de una serie de conversaciones se logró un acuerdo con la comunidad para la instalación del nuevo transformador y restablecer el servicio de energía.
“Es importante señalar que Alto Tayrona es una comunidad eléctricamente subnormal y cuando se presentan este tipo de daños deben surtirse una serie de trámites adicionales para cualquier tipo de reparación, teniendo en cuenta que la red eléctrica no es de nuestra propiedad”, dijo la empresa.
Alto Tayrona está conformado por 259 familias que, según Electricaribe, adeudan más de 724 millones de pesos por concepto de energía. Para restablecer el servicio se llegó a un acuerdo de pago y la comunidad abonó cinco millones de pesos.
En enero pasado, los habitantes de las calles 4A y 4B del barrio San Fernando, en el norte de Santa Marta, estuvieron 11 días sin energía y algunos residentes se quejaron porque no podían tener relaciones sexuales por el calor.
En algunos sectores de la ciudad se han empezado a realizar este tipo de protestas para reclamar por la falta de atención.
SANTA MARTA
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