Juan Fernando Sánchez, un corredor de bolsa en París, está tratando de que productos orgánicos de Boyacá se vendan en Francia.
Este sogamoseño tuvo contacto con un supermercado de París especializado en la comercialización de producto orgánicos y desde Francia buscó información de la Gobernación, pero no le dieron datos sobre quién pueda exportar productos orgánicos a Francia.
Al no conseguir ningún dato, aprovechó sus vacaciones y viajó a Colombia. En Boyacá ha tratado de indagar sobre estos productos, pero no ha recibido respuestas sobre el particular.
“Viajo en cuatro días a Francia y quisiera llevarme información sobre ese tipo de cultivos que se estén adelantado en el departamento”, afirmó Sánchez.
Manifestó que para poder comercializar este tipo de hortalizas en Francia se requiere estar certificado en productos orgánicos.
“Los productos orgánicos se pagan cuatro o cinco veces más caros que un producto tradicional”, indicó Juan Fernando.
Agregó que el supermercado compra a quienes tengan sellos orgánicos reconocidos por la Unión Europea y que en Colombia el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) es el ente para homologar este tipo de certificaciones.
“Con un potencial agrícola como el que tiene Boyacá se podría estar ya vendiendo productos orgánicos no solo en Francia sino en otros países de la Unión Europea, donde son muy apetecidos y se pagan muy bien”, indicó Sánchez.
Dijo que el supermercado con el que él tiene contactos posee tiendas en otros países de Europa y también en Japón.
“La Gobernación de Boyacá, las secretarías de Desarrollo y las Cámaras de Comercio deberían impulsar este tipo de cultivos que resultan muy rentables y así se les podrían ayudar bastante a los agricultores”, dijo. Señaló que frutas exóticas como la uchuva, la gulupa o la feijoa son muy apetecidas por los europeos.
Afirmó que él quiere ayudar a abrir las puertas a Boyacá en el mercado de Francia. “Quienes estén interesados pueden escribirme a mi correo electrónico: jfsanchez@montserratcpl.com”, indicó este sogameseño, quien lleva un año y seis meses viviendo en París.