Un sistema de micronanoburbujeo para atrapar, inmovilizar y destruir virus y bacterias podría ser la fórmula para descontaminar la laguna de Sochagota de Paipa.
Se trata de la nanotecnología, un invento ideado y patentado por el científico peruano japonés Marino Morikawa.
La idea de traer a este científico la tuvo el alcalde de Paipa, Yamit Noé Hurtado, quien encontró abundante información de prensa sobre los logros alcanzados con esta técnica en el mundo y que han convertido a Morikawa en el más importante especialista de América en esta tarea.
La agencia EFE dice que Morikawa ha recuperado 30 hábitats naturales en el mundo y que ‘resucitó’ en 15 días, con ayuda de la nanotecnología, un contaminado humedal llamado El Cascajo, que todos daban por perdido.
También señala que después de haber salvado El Cascajo Morikawa combina sus conocimientos y amor por la naturaleza para intentar descontaminar el lago Titicaca y la laguna de Huacachina, un oasis en medio del desierto.
Una crónica de prensa publicada por el diario EL TIEMPO indica que el humedal El Cascajo, un ecosistema de aguas superficiales de unas 50 hectáreas, en el distrito de Chancay, en el norte de la región Lima, inició su recuperación en 2010 con dos inventos que Morikawa desarrolló por su cuenta y con su dinero. La idea de recuperar al humedal surgió con una llamada de su padre, quien le contó que El Cascajo, donde iban a pescar cuando era pequeño, estaba “en muy mal estado, según contó Morikawa”.
El científico, quien estudió la carrera de Medioambiente en la universidad japonesa de Tsukuba, visitó el humedal y lo que encontró fue, según recordó, una ‘imagen desastrosa’ que lo dejó dolido y en la búsqueda de una solución. El Cascajo estaba convertido en un depósito de aguas servidas, desechos de granjas de cerdos y rodeado por un basurero ilegal del que las aves migratorias se alimentaban. El humedal desprendía un olor putrefacto y estaba cubierto por unas plantas acuáticas conocidas como lechugas de agua que debían ser retiradas. Tras comprobar esta situación, Morikawa se enfrascó en solitario en la búsqueda y el desarrollo de un método que le permitiera descontaminar el humedal sin utilizar químicos. El primer invento fue un sistema de micronanoburbujeo, que consiste en burbujas 10.000 veces más pequeñas que las de las bebidas gaseosas y que permanecen entre 4 y 8 horas en el agua, tiempo durante el cual atrapan e inmovilizan los virus y bacterias, tras lo cual las destruyen y se evaporan, según dijo Morikawa.
Morikawa llegó el lunes a Paipa, ya realizó visitas técnicas al lago y durante estos dos días ha estado tomando fotografías y muestras del agua y de los lodos. Lo acompaña un equipo interdisciplinario de cuatro personas y hoy, a las 10 de la mañana en el Hotel Sochagota, ofrecerá una rueda de prensa para presnetar su diagnóstico y exponer la que podría ser una propuesta para descontaminar el embalse. La visita fue tramitada por la Alcaldía con el apoyo de empresarios privados y hay interés para Fúquene y el lago de Tota.
‘La naturaleza hace su trabajo’
Marino Morikawa, científico peruano japonés, experto en recuperación de ecosistemas. Muchos creen que puede recuperar el Sochagota.
El científico también diseña filtros biológicos con arcilla para que los contaminantes inorgánicos, como metales pesados y minerales, se adhieran a la superficie y sean destruidos por las bacterias.
“La naturaleza hace su trabajo, lo que yo hago es solo darle un plus a esta para que actúe más rápido”, ha explicado Morikawa sobre su técnica.
Aunque no se tiene un cálculo de cuánto puede costar la salvación del Sochagota, se espera que su técnica permita recuperar el embalse para que siga siendo epicentro de la industria turística y así puedan retornar a sus aguas los torneos de Esquí y natación que en el pasado se realizaban y que pueda ser fuente de vida, con actividades de pesca, regreso de las aves y se posicione como fuerte de ingresos para Paipa y Boyacá.
Morikawa creó la empresa NANO+7 y se propone para el 2018 la recuperación del lago Titicaca, el más grande de Suramérica, y que comparten Perú y Bolivia, a 4.000 metros de altitud, que está afectado por la contaminación de aguas residuales.
Boyacá Sie7e Días
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