La Fundación Nakuani se declaró como otra víctima “de la irresponsabilidad y la ambición del administrador de la finca La Esmeralda”, donde cayó un puente el fin de semana pasado en la vereda El Carmen, en el Meta.
Esa organización no gubernamental (ONG) ambiental presentó una demanda ante la Fiscalía, el pasado 10 de agosto, contra los responsables de la invasión de su predio –finca La María– y la construcción de los quioscos, la piscina y los dos puentes colgantes donde ocurrió la tragedia del puente de Reyes, en Villavicencio.
Las directivas de la Fundación Nakuani, en diálogo con Llano Sie7edías, quines pidieron no dar a conocer sus nombres argumentando razones de seguridad, explicaron que el 16 de junio de 2016 se enteraron de que se estaban realizando construcciones en su predio.
La ONG sostiene que ese día fueron sorprendidos con una notificación de la Corporación Ambiental Comacarena “de una investigación en su contra debido a la construcción de una piscina tipo comercial-recreativa que se hallaba en un predio a su nombre –finca La María–”.
Como era la primera información que se tenía al respecto y no tenía claridad del lindero, pidieron hacer un levantamiento topográfico.
El estudio lo tuvieron en julio de 2016, en el cual se concluyó que la construcción y un puente sí estaban dentro de la finca La María, de la Fundación Nakuani, que colinda con la finca La Esmeralda.
Con base en esa información que validaba “el delito de invasión de tierras y otros delitos contra el medioambiente, la Fundación Nakuani presentó en agosto de 2016 denuncia penal en la Fiscalía contra el presunto responsable Manuel Antonio Díaz Ardila”, señala una comunicación remitida a Llano Sie7edías.
La Fundación Nakuani también demandó a los responsables de los daños ambientales de su predio ante la Corporación Ambiental Cormacarena, solicitando restituir a su condición original el área intervenida en la finca La María, debido a que son actividades y usos incompatibles con una reserva forestal.
Por cárcava, Nakuani llegó a El CarmenLa Fundación Nakuani señala que la finca La María la adquirió en el año 1995 porque les preocupaba la cárcava o derrumbe de siete hectáreas en ese sitio, que amenazaba la vida de los vecinos del caño Buque.
Para ello se gestionaron recursos con el Banco Interamericano de Desarrollo y la Alcaldía de Villavicencio, que les aportaron 120 millones de pesos para que entre los años 1997 a 2000 se estabilizara el derrumbe que se reforestó con más de 30.000 árboles, en ocho de las fincas de la vereda El Carmen, incluyendo la finca La Esmeralda.
Hoy, sostiene la ONG, es un bosque denso que aporta agua a más de 20.000 personas de la comunidad de Villavicencio.
Sostienen que no han construido ningún puente ni han autorizado a nadie para ejecutar ninguna obra civil en sus predios, pues el uso del predio debe ser de reserva forestal y su utilización es solamente de recreación paisajística, dicen en la Fundación Nakuani.
Díaz: ‘Obras son en La Esmeralda’Manuel Antonio Díaz Ardila afirma que no tiene duda de que los quioscos, la piscina y los puentes colgantes están en el predio La Esmeralda y que existen unas escrituras y unos certificados de tradición que determinan esos linderos.
De hecho señaló: “Meto las manos a la candela para probar que esas obras están en el predio La Esmeralda, de propiedad de cuatro hermanos, que yo soy el padre de ellos”.
Un documento de registro de la Oficina de Instrumentos Públicos conocido por Llano Sie7edías señala que los propietarios del predio son Leidy Carolina, Adriana Milena, Jhonny Cristofer y Rusbell Giovanny Díaz Jaimes.
A la pregunta de por qué Cormacarena, en una de las investigaciones por la construcción de la piscina sobre el caño Buque, señala que allí hay tres predios, Díaz Ardila afirmó que esa Corporación Ambiental no tiene la información, pero en las escrituras están determinados los límites.
Díaz Ardila también dijo que él no es el propietario ni el administrador del predio porque esa labor la cumple una de sus hijas.
LLANO SIE7EDÍAS
NELSON ARDILA ARIAS
En Twitter: @nelard1
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