La comunidad del corregimiento de Guamalito, zona rural de El Carmen, Norte de Santander, continúa sumida en el llanto y el dolor, ocasionados por la ausencia de un niño de apenas cinco años de edad, quien fue plagiado el miércoles por dos sujetos armados y hoy completa más de 48 horas en cautiverio.
Este clima de zozobra no impidió que la población educativa se volcara a las calles a medio pavimentar del caserío, para exigir la liberación del pequeño, hijo menor del alcalde Edwin Contreras, de esta localidad, ubicada a 240 kilómetros de Cúcuta.
Estudiantes, docentes y personal administrativo del colegio Santo Ángel aprovecharon esta manifestación para recordar el momento de su plagio, cuando dos hombres armados impidieron el acceso del estudiante a la institución y se lo llevaron a bordo de una motocicleta hacia una zona selvática del Catatumbo.
“A pesar del dolor que esto genera, venimos a vencer el miedo y a decirle a este niño que acá lo estamos esperando y que confiamos en su retorno sano y salvo”, indicó Yaneth Pallares, rectora del colegio.
Dos de los tres hechos de secuestro presentados en esta población nortesantandereana, en los últimos años, han golpeado el círculo más cercano del mandatario local. En el 2017, presuntos guerrilleros del Eln se llevaron al papá del funcionario y lo tuvieron en su poder durante 15 días.
Mientras transcurría la movilización, las autoridades militares y de Policía adelantaban un consejo extraordinario de seguridad, revisando resultados preliminares del operativo de búsqueda, que avanza sin tener pistas sobre los responsables de este atroz hecho.
El alcalde Contreras añadió que está dispuesto a canjearse por su hijo secuestrado. “Por mi hijo todo”, aseguró y pidió a los captores “que lo traten de la mejor manera y lo cuiden”.
El mandatario de El Carmen también resaltó la operatividad de la Fuerza Pública en la búsqueda del menor, “cada 20 minutos escucho el sobrevuelo de aeronaves y eso es muy esperanzador para nosotros”, enfatizó.
El Ejército y la Policía mantienen un plan candado desplegado por esta zona del país, considerada un corredor estratégico del Eln, ‘los Pelusos’ y delincuencia común.
“Nuestro objetivo hoy como sociedad es reunir todos los esfuerzos posibles para regresar, sano y salvo, al menor al seno de su hogar. Él no tiene nada que ver con los embates de la guerra”, puntualizó Édgar Pallares, secretario de Gobierno de Norte de Santander.
CÚCUTA Y JUSTICIA
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