Un plazo máximo de dos meses tendrá la empresa portuguesa Mota-Engil para presentar el paz y salvo de las obligaciones contraídas, así como los pendientes con trabajadores y proveedores, tras haberse terminado de mutuo acuerdo con Ecopetrol el contrato que tenían suscrito para la construcción del sector uno de la Gran Vía Yuma.
El corredor vial de 30 kilómetros es un proyecto estratégico que permite la conexión con doble calzada de la ciudad de Barrancabermeja (Santander) con la Ruta del Sol y otras vías, así como con puertos sobre el río Magdalena, logrando una importante conectividad para el país.
La fecha de terminación de los cuatro sectores que comprende la Gran Vía Yuma, que empezó a ejecutarse en el 2013, aún es incierta, pese a que se había previsto que en cuatro años finalizarían los trabajos.
Las obras a lo largo de los 5,3 kilómetros entre el Intercambiador de La Virgen hasta el kilómetro 5+300, que tenía a cargo Mota-Engil, estaban suspendidas desde abril de este año cuando un grupo de trabajadores y proveedores iniciaron una protesta, para exigir el pago de salarios y facturas.
La empresa portuguesa indicó que la dificultad de continuar con los trabajos en medio de los ceses de actividades y los bloqueos, habría conllevado a que se tomara la decisión de retirarse del proyecto que es cofinanciado por la Alcaldía de Barrancabermeja, la Gobernación de Santander, el Invías y Ecopetrol, principal aportante y entidad encargada de la adjudicación de contratos.
“Actualmente no están dadas las condiciones adecuadas para ejecutar el proyecto. Vale la pena recordar que desde hace más de 120 días se presenta un bloqueo que impide continuar los trabajos de construcción, el ingreso de personal a los frentes de obra y el movimiento de la maquinaria presente en la zona”, señaló Mota-Engil.
De acuerdo con Rodolfo Romero, dirigente de Sindispetrol- sindicato que apoya a varios de los trabajadores de la protesta-, la compañía extranjera sigue insistiendo que ellos no están en deuda con nadie, pero "las empresas tercerizadas, las que subcontrató Mota-Engil, son las que deben".
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En ese sentido, Ecopetrol ha requerido a la compañía portuguesa que aclare en detalle sus compromisos comerciales, así como aquellos adquiridos por sus proveedores en la región.
Hasta que esta empresa no nos entregue los paz y salvos tanto de trabajadores como de proveedores, nosotros no procederemos a liquidar definitivamente el contrato
“Hasta que esta empresa no nos entregue los paz y salvos tanto de trabajadores como de proveedores, nosotros no procederemos a liquidar definitivamente el contrato”, señaló Julia Celina Angulo, líder de entorno de la estatal petrolera.
Asimismo, la compañía informó que ya se encuentra definiendo las condiciones del proceso de selección para la culminación de las obras del sector uno, las cuales se esperan retomar una vez se validen las condiciones con los aliados del proyecto.
La Gobernación de Santander en varias ocasiones le ha hecho fuertes reparos a Ecopetrol por la “improvisación” que se ha tenido en el proceso de contratación.
Según el ente gubernamental, el proyecto que se inició con un presupuesto de 300 mil millones de pesos, a hoy está en 330 mil millones y tiene un atraso hasta del 50 por ciento.
El primer gran traspié con la obra lo protagonizó la firma colombo-mexicana Tradeco, que luego de haber iniciado las obras del tercer sector a mediados de 2014, las dejó abandonadas dos años después tras declararse en quiebra.
El contrato para terminar los trabajos dejados por Tradeco ya fue adjudicado a una nueva firma, al igual que el del tramo cero. Entre tanto, el sector dos del corredor vial no ha sido intervenido.
BUCARAMANGA
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