Los pescadores de los pueblos palafitos de la Ciénaga Grande de Santa Marta están desesperados. Desde el pasado 16 de julio se vienen registrando mortandades de peces debido a la falta de oxígeno y la alta salinidad del complejo lagunar y están pasando hambre porque no tienen qué pescar.
La mortandad más reciente se presentó ayer en la Ciénaga Grande y la Ciénaga Rincón Grande, según Edgardo Camargo, representante de la Asociación de Productores de Pescado de Nueva Venecia.
El domingo pasado hubo una mortandad de peces en la Ciénaga Grande de Santa Marta y dos días antes se presentó otra en la Ciénaga de Pajarales en el sector conocido como Machete.
“Eso nos está afectando en todo, la situación económica porque en Nueva Venecia todos vivimos de la pesca y si no hay peces no hay nada”, dijo Camargo.
Ederlides de la Cruz, vicepresidente de la Asociación de Pescadores de Buenavista, dijo que los peces de las especies como róbalo, lebranche, chivo, mapalé y mojarra se están muriendo porque no hay salida ni entrada de agua en la Ciénaga y con las lluvias que han caído en los últimos días se remueve la materia orgánica que está en el fondo.
“Estamos mal porque casi no podemos ni salir porque el pescao está podrido y se nos engancha en los trasmallos. Trasmallos sin pescao bueno, sino puro pescao podrido (…) Uno tiene que pescar en la mitad de la Ciénaga, pero en la Ciénaga en general está boqueando el pescao”, dijo.
Los malos olores y la contaminación del agua de la Ciénaga como consecuencia de la descomposición de los peces muertos y la materia orgánica también están causando enfermedades gastrointestinales y de la piel a los residentes, sobre todo los niños.
El Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres aprobó el pasado 12 de agosto la declaratoria de calamidad pública en la Ciénaga Grande de Santa Marta, con el fin de realizar acciones en el corto, mediano y largo plazo para atender la emergencia ambiental, social y económica causada por las recientes mortandades de peces e iniciar un plan integral de recuperación del complejo lagunar.
No obstante, De la Cruz y Camargo coinciden en que hasta el momento las únicas ayudas que han recibido son un mercado por parte de la Alcaldía de Sitionuevo y el agua potable que les llevan en bongoducto algunos días a la semana.
“Estamos esperando unas compras que vienen de la Gobernación del Magdalena, el lunes pasado venía la gobernadora a hacer la entrega, pero lo aplazaron y no hemos recibido ninguna clase de ayudas”, dijo Camargo. La Corporación Autónoma Regional del Magdalena se comprometió a priorizar el mantenimiento y apertura de caños como el Aguas Negras para garantizar el ingreso de agua dulce a la Ciénaga, pero, según los pobladores, no han cumplido.
PAOLA BENJUMEA BRITO
Corresponsal de EL TIEMPO
Santa Marta