Cinco años de actividad, cumplió el programa Manizales Cómo Vamos (MCV) y, por eso, el informe de calidad de vida que entregó ayer hizo evaluó el avance de la ciudad en 270 indicadores desde 2011 hasta 2016, en lugar de centrarse solo en el último año, como en lo habitual.
Los resultados de la capital de Caldas han sido importantes en la mayoría de variables, incluso en las que tuvieron un balance negativo para el primer año de gestión del alcalde Octavio Cardona, como la pobreza o la economía. Los logros de esos 12 meses están en las áreas educativa, cultural, salud y seguridad.
La movilidad y el medio ambiente, por su parte, representan las mayores preocupaciones por sus retrocesos desde el comienzo de las mediciones. Sobre el segundo, a pesar de que algunas cifras mejoran, el problema radica en que otras que son vitales, como la concentración de partículas contaminantes de 2,5 micras de diámetro, dejaron de medirse.
La pobreza es uno de los resultados más agridulces. En el último lustro, ha disminuido en una cuarta parte pero, de 2015 a 2016, el programa calcula que 2.900 personas entraron en esa condición, que ya afecta a 58.000 manizaleños. En indigencia, hay 9.500 habitantes. Casi un tercio de ellos cayeron en esa condición el año pasado.
Por otro lado, el dato de mostrar es el crecimiento de 12 por ciento en el ingreso per cápita. Sin embargo, la directora de MCV, Natalia Escobar Santander, aclaró que este “esconde múltiples disparidades” porque fue más benéfico para los hogares menos necesitados. Esto aumentó la desigualdad a 0,48, es decir, por encima de lo que estaba en 2011 (0,47).
Esto se reflejó en una contracción de tres puntos en la clase media, de 63 a 60 por ciento. No obstante, es la cuarta proporción más grande del país porque 80.000 personas han entrado a esta categoría en estos cinco años. En el primer informe de Cómo Vamos, poco más de la mitad de los habitantes de la ciudad clasificaban allí.
En este mismo periodo, 23.000 nuevos afiliados entraron al sistema de salud y el régimen contributivo subió de 70 a 80 por ciento, de modo que la cobertura hoy es prácticamente universal. Esto se debe, en parte, al aumento de 5 por ciento en infraestructura en general y, sobre todo, al 30 por ciento en la destinada para niños.
La tasa de embarazo adolescente es la menor del país (36,4 %) y ha caído casi 12 puntos desde 2011 (48,1 %). “Manizales está más cerca de los países de la OCDE (22 %) que del promedio en Latinoamérica (64 %)”, destacó Escobar.
El año pasado, la mortalidad infantil se mantuvo casi igual al previo, pero ha bajado una quinta parte en media década. En 2016, fue de 9 por cada mil nacidos vivos en niños menores de un año. El logro de Cardona es que si administración elaboró el primer estudio nutricional completo de los niños de la ciudad. El resultado: uno de cada diez tiene desnutrición crónica y 2,8 por ciento, aguda.
Pero la tasa de mortalidad, en general, va en aumento (8 % desde 2011) y una de las causas es el envejecimiento de la pirámide poblacional. Aún así, el 70 por ciento de los fallecimientos son por causas prevenibles (problemas cardíacos, respiratorios o cerebrovasculares) y, en menores de 45 años, las más comunes son homicidios, accidentes de tránsito y suicidios.
La buena noticia es que hubo un alivio en la tasa de estos últimos, que pasó de 7,8 a 6 por cada cien mil habitantes en el último año, y la ciudad bajó del primero al quinto puesto del país. Pero MCV considera que “sigue siendo un problema complicado” al que hay que prestar atención.
En educación, las coberturas son relativamente estables (aunque en el nivel superior creció un tercio en cinco años). La deserción es casi la mitad de la que había en 2011 (de 4 a 2,2 %). Y en resultados de pruebas Saber y Pisa hay avances, pero aún son insuficientes, sobre todo en matemáticas (solo cuatro niños de cada diez tienen resultados satisfactorios en esta materia). Además, Escobar señaló que “hay grandes brechas en el sistema” entre colegios públicos y privados y entre urbanos y rurales.
El empleo también tiene dos caras. Entre 2015 y 2016, 4.700 personas perdieron su ocupación (la tasa pasó de 55,5 a 53,7). Pero la formalidad creció en 2.000 puestos y el subempleo objetivo es menos de la mitad del que había en 2011 (de 12 a 5,4 %). Persisten las brechas de género en contra de las mujeres (3,5 puntos más de desempleo que los hombres) y la desocupación en los jóvenes afecta casi a uno de cada cinco.
La seguridad tiene uno de los mejores resultados. Los homicidios pasaron de 140 a 83 en cinco años (41 % menos), a pesar de que la tasa todavía duplica el estándar internacional. Las víctimas más comunes: hombres jóvenes con baja educación, asesinados con arma de fuego en las comunas Ciudadela del Norte y San José.
Los robos en general bajaron 2 por ciento el año pasado. Los mejores resultados son en vehículos (-26 %) y comercio (-14 %), mientras que las bicicletas (+39 %) y las motos (+4 %) son los nuevos objetivos de los ladrones.
El gran lunar es la seguridad en tránsito, porque la tasa de víctimas en accidentes (13,1 %) es la más alta desde 2011. Peatones y motociclistas son 9 de cada 10 muertos. Dos tercios de quienes mueren caminando por la calle, lo hacen porque fueron arrollados por una moto. Las capitales del Eje Cafetero son las peores ciudades del país para ser peatón y Manizales, la tercera.
En vivienda, la ciudad sigue con el menor déficit del país (4,7 %) y lo ha reducido en una quinta parte desde 2011. Pero el año pasado se desaceleró la construcción (-3,8 %), sobre todo la de interés social que cayó a la mitad, a pesar de que en el lustro ha crecido 47 por ciento.
En ambiente, la reducción en el consumo de agua y energía contrasta con el aumento de residuos sólidos, de los cuales solo se recicla el 1 por ciento.
El transporte público todavía moviliza a más de media ciudad, pero ha perdido 36.000 usuarios en cinco años. Entre tanto, los carros han aumentado 46 por ciento y las motos caso se duplicaron. Hoy hay más vehículos por cien mil habitantes en Manizales (398) que en cualquier ciudad del país. Incluso Cardona llamó al “control” sobre este tema desde su cuenta de Twitter.
La cultura es el mayor avance del año pasado. La participación en actividades culturales y físicas creció 20 por ciento, mientras las recreativas lo hicieron 11 por ciento. Es la ciudad en la que más gente va a conciertos (32 %) y pasó del cuarto al segundo puesto en asistencia a restaurantes (40 %). Los parques llegaron. 39 por ciento de público (más del doble que en 2012), pero siguen siendo los menos visitados del país.
En las finanzas públicas, Manizales es la ciudad que menos invierte por habitante (844.000 pesos al año), pero Cómo Vamos reconoce que sus avances indican que lo hace de manera “más eficiente”. Educación, salud y transporte reciben la mayor cantidad de recursos, a pesar de que el último tuvo un recorte de 8.000 millones de pesos en 2016.
En cuanto al índice departamental de competitividad, Caldas mantuvo el tercer puesto nacional, pero bajó de 6,21 a 5,96 puntos, por lo que es más fácil que lo superen los que vienen detrás que alcanzar a las regiones que lo superan. Y, para cerrar, la inflación bajó de 7,97 a 6,47 por ciento el año pasado en Manizales. Pero los precios subieron más para los estratos bajos; de nuevo, un golpe que aumenta la desigualdad.
MANIZALES

La pobreza ya afecta a unos 58 mil manizaleños, el 14,6 por ciento de los cerca de 400 mil habitantes de la ciudad.
John Jairo Bonilla
Manizales gana en salud, pero pierde en pobreza
El programa Manizales Cómo Vamos presentó un comparativo del Informe de calidad de vida.
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