Aunque no es una competencia, Bucaramanga y Medellín están casi empatadas con Manizales, la ciudad con las mejores condiciones para los estudiantes universitarios del país, según un informe presentado esta semana por la Red de Ciudades Cómo Vamos.
La capital de Caldas obtuvo 63,04 puntos sobre cien en un estudio que midió 19 indicadores en cinco dimensiones (calidad de la educación superior, calidad de vida, ambiente universitario, costo de vida y empleabilidad de los egresados). Las tres primeras “jalonaron” el resultado, según la directora de Manizales Cómo Vamos, Natalia Escobar Santander.
La ciudad es líder nacional en el Índice de Progreso Social, que elabora la misma red cada año. De unos 24.100 estudiantes universitarios presenciales que tiene (60,8 por cada 1.000 habitantes), 93 por ciento está en instituciones con acreditación de alta calidad.
“Las personas son muy amables y te hacen sentir como en casa”, destaca Camila Aranaga, estudiante ibaguereña de Administración de la Universidad Nacional. Con ella coincide Karina Vásquez, una joven de Tumaco (Nariño) que está en la misma carrera. “Uno conoce personas de muchas partes, con sus culturas y costumbres”.
La oferta de cultural es también un punto fuerte de la ciudad, aunque “falta más difusión, porque a veces hay conciertos o exposiciones, pero uno no se entera”. Así lo señala una estudiante de Diseño Gráfico de Unitécnica.
El primer puesto es, así, un logro importante, pero que se puede mejorar. Para el rector de la Universidad de Caldas, Felipe César Londoño, “esto nos llena de satisfacción, pero también nos pone una gran cantidad de responsabilidades”. Especialmente en las dos últimas dimensiones.
“Me parece malo que no hayan oportunidades de empleo serias para personas jóvenes en la ciudad”, plantea Camila. A este problema le suma el del costo de vida. De nuevo, Karina comparte su posición. “El transporte público me parece caro y, a los que deciden vivir cerca de la ‘U’ y caminar, les sale más caro el arriendo”, explica.
La tasa de inflación es la única variable del estudio en la que Manizales tiene clara desventaja frente a las otras ciudades medidas en el informe. “Ahí es donde uno ve que la ciudad podría hacer más aunque, obviamente, eso se puede salir un poco del control de muchos actores”, afirma Escobar.
La directora de Manizales Cómo Vamos agrega que “falta ver qué pasa este año”. Pero también asegura que el aumento en las tarifas de transporte público, el más alto del país, sumado a otros costos, podría seguir impactando de manera negativa el mismo indicador en la ciudad.
No obstante, universidades, administración y sector privado ya trabajan juntos para evitar que los estudiantes se vean afectados. Sus estrategias van desde implementar una tarjeta universitaria para descuentos hasta incorporar la iniciativa Manizales Campus Universitario como proyecto estratégico en el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
El coordinador nacional de Cómo Vamos, Alejandro García, reconoce la importancia de esa iniciativa porque, en la mayoría de ciudades, “falta fortalecer más el componente de educación superior en los instrumentos de planeación”.
Esto quiere decir que “va a haber una representación de campus en toda la ciudad”, resume Guillermo Orlando Sierra, rector de la Universidad de Manizales y presidente de Suma (alianza que reúne a las seis instituciones de formación profesional más grandes de la ciudad).
Incluso, directivos de las sedes académicas, representantes gremiales de la región y el alcalde Octavio Cardona con parte de su gabinete hicieron un viaje el año pasado para conocer las experiencias de Valparaíso (Chile) y Mendoza (Argentina) como ciudades universitarias.
Sierra y Londoño destacan la conectividad a internet en sitios públicos como un aspecto fundamental para “estar a la altura de las mejores ciudades universitarias del mundo”, en palabras del segundo. La ciudad inauguró hace un mes su primera zona de wifi gratis a cargo del Ministerio de las TIC, está instalando tres más y tiene otras nueve por cuenta propia. La idea es que esto siga en aumento.
El coordinador nacional de Cómo Vamos, Alejandro García, destaca ese trabajo articulado y las políticas públicas de largo plazo como las claves del “esfuerzo histórico” que tienen a la ciudad de líder entre las nueve medidas. “Mejorar las condiciones de los universitarios requiere del concurso de todos”, enfatiza.
Con él coinciden varios de los rectores consultados, incluido el de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla, que el viernes visitó al campus de La Nubia. Allí destacó la inversión por cerca de 93.000 millones de pesos que ha hecho su administración en la sede Manizales entre infraestructura, investigación y programas académicos.
Según el directivo, esta capital “está llamada a ser la ciudad universitaria de Colombia por excelencia. Se presta por su infraestructura, su desarrollo académico y la cooperación entre sus instituciones”.
Estos serán también los requisitos para mayores logros.
Aunque Pereira ocupó el sexto lugar entre las nueve ciudades que midió el informe de Cómo Vamos, fue la segunda con el mejor aumento en el índice en cuatro años (19,2 %). Pasó de 42,37 en 2012 a 50,49 en 2015. Solo la superó Cali, que creció 23,1 por ciento en el mismo periodo. En comparación, la mejoría de Manizales fue solo de 5,5 por ciento en esos años.
Las variables que más se han fortalecido en la capital de Risaralda son la proporción de estudiantes en instituciones de educación superior acreditadas. Para 2015, que es el año de cierre del estudio, el porcentaje de 55,4 se le debía a la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP). Pero la mejoría sigue, porque en 2016 se le sumó la Libre y hay otras que la están buscando.
Además, la tasa de estudiantes por cada mil habitantes llegó a 55,8, lo que representa un crecimiento de 36 por ciento desde 2012. “Tener universitarios de otros lugares es como tener un turista cinco años. Esto ya lo entendió Manizales y Pereira lo está entendiendo”, explica García, que dirige el programa Pereira Cómo Vamos.
Por otro lado, los habitantes de Pereira tienen poco que envidiarles a los manizaleños en la dimensión de calidad de vida, pues les siguen en el podio. No obstante, García reconoce que los datos de 2015 no alcanzan a registrar el deterioro posterior en algunas cifras de seguridad que “nos van a afectar en todo”.
Los pereiranos comparten con sus vecinos del norte otros retos relacionados, por ejemplo, con las tasas de desempleo juvenil y con la empleabilidad de los egresados, así como sus salarios de enganche.
Tanto los aspectos positivos como los mejorables en ambas ciudades representan nuevas tareas para el Eje Cafetero, una región que se está organizando desde el año pasado como un clúster universitario con el apoyo del Ministerio de Educación. La intención es que los tres departamentos (con Quindío) se conviertan en un destino atractivo para estudiantes nacionales e internacionales.
Aunque Armenia, la tercera capital, se haya quedado por fuera, los datos de este informe son un importante insumo para el avance de ese proyecto.
MANIZALES
