Por graves daños producidos por perdigones, un águila pescadora que fue atacada en zona rural de Lebrija (Santander) tuvo que ser sacrificada en Bucaramanga por médicos veterinarios que no pudieron salvarla del daño ocasionado por un cazador.
Luego de recibir un disparo de bala de perdigón en su ala derecha, la cual le produjo daños irreversibles, el ave tuvo que ser sometida en las últimas horas a un proceso de eutanasia debido a la gravedad de la herida.
El animal llegó al Centro de Fauna de la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) donde los expertos hicieron todo lo posible por salvarla.
Andrea Melissa Serrano, subdirectora de Evaluación y Control Ambiental de la CDMB, dijo que los médicos veterinarios realizaron todos los procedimientos de rigor a su alcance, pero la herida en el ala estaba muy avanzada.
“No se pudo desarrollar un procedimiento para rescatarle el ala, razón por la cual procedimos a sacrificarla porque necesita de la caza para alimentarse. Si uno le da el alimento ella no lo consume porque necesita desarrollar su actividad y se alimenta principalmente de peces”, agregó la funcionaria.
Según los expertos, esta ave llega a medir hasta 65 centímetros de longitud y tener 180 centímetros de envergadura. Puede llegar a pesar más de dos kilogramos y en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza figura como ‘Especie de ‘Preocupación Menor’.
“El llamado es para la comunidad para que nos colabore a cuidar la fauna silvestre que puede llegar a sus hogares o que pueden encontrarse por el camino. Son animales que están en su actividad normal donde buscan alimento y no por eso se puede atentar contra ellos”, indicó Melissa Serrano.
BUCARAMANGA
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