Durante la primera mitad del siglo XX las migraciones de israelíes y de comunidades árabes hacia el Caribe fortalecieron la idiosincrasia costeña hasta el punto que hoy apellidos de familias venidas de Medio Oriente forman parte de la memoria y crecimiento de la región.
No obstante, con la llegada del siglo XXI y las múltiples guerras que han acosado a esa parte del mundo, a la región Caribe han llegado centenares de soldados israelíes retirados, con gran poder adquisitivo, pero que por su mal comportamiento han tenido que ser expulsados del país e incluso muchos fueron a parar a la cárcel.
El caso más sonado fue el de Assi Moosh o Ben Mush, expulsado de Colombia a mediados de noviembre del 2017 porque su permanencia en el país, según un documento de Migración Colombia, representaba un peligro para la seguridad nacional.
La captura del exmilitar israelí, de 44 años, se materializó luego de un elaborado plan para evitar problemas de orden público en el balneario de Taganga, en Santa Marta, donde tenía su centro de operaciones y desde donde organizaba fiestas con prostitutas y drogas para decenas de soldados israelíes que llegaban a Colombia en busca de diversión.
En el 2017, los investigadores le seguían la pista y sabían de una solicitud que había hecho para tener nacionalidad colombiana. Fue así como las autoridades aprovecharon la situación y le plantearon una cita en las oficinas de Migración Colombia en Santa Marta, donde, supuestamente, debía firmar los documentos para quedarse en el país. Sin embargo, apenas ingresó a ese despacho, los agentes le notificaron la orden de expulsión en su contra.
Con la salida de Assi Moosh, las autoridades desmontaron el negocio de turismo sexual y drogas con el que este hombre se estaba lucrando en el país.
El otro caso de israelíes vinculados a conductas delictivas es el de los propietarios de la Casa Benjamín, en el sector de El Laguito de Cartagena.
De hecho, la Fiscalía ha relacionado los negocios de Assi Moosh con el prostíbulo Casa Benjamín, el cual fue allanado a finales de julio en medio de una investigación por explotación sexual.
“En Casa Benjamín los servicios eran completos y el negocio recibía sobre todo a israelíes que venían en busca de sexo con mujeres, droga y la llamada rumba dura de Cartagena”, le dijo a EL TIEMPO un investigador del CTI.
Durante la operación Vesta fueron capturados en Casa Benjamín dos hombres identificados como Liad y Samu, ambos procedentes de Israel y socios del establecimiento.
Los dos hombres fueron asegurados y enviados a la cárcel.
En el prostíbulo también fue capturado Bonen Asaf, un turista israelí que tenía varias dosis de droga en su poder. Pese a que un juez de garantías de Cartagena había ordenado prisión domiciliaria para este hombre, se escapó del país y fue recapturado por autoridades internacionales y devuelto a Colombia. Hoy se encuentra prisionero en la cárcel de Ternera, en Cartagena.
El fin se semana se conoció que de manera discrecional, Migración Colombia expulsó del territorio colombiano al ciudadano israelí Golan Ben Baruch, quien en el pasado abril, junto a otros tres extranjeros, agredió verbalmente a policías en las playas del Laguito, cuando estos les llamaron la atención por estar consumiendo marihuana.
Hoy, las autoridades colombianas mantienen la alerta internacional de circular azul contra Assi Moosh y esperan que sea capturado y regrese a Colombia, para pagar por sus delitos en una cárcel nacional.
JOHN MONTAÑO
Corresponsal de EL TIEMPO
Cartagena
Comentar