Santa Cruz de Lorica, Córdoba, fundado el 3 de mayo de 1740, es el tercer pueblo que se convierte en ilustración –obra de Elizabeth Builes– en la serie ‘Trazos viajeros’.
Es un destino rico en recursos naturales, diversidad cultural y construcciones de carácter eclécticas, con influencia árabe, con finos elementos y detalles, que las hacen imponentes.
Son parte de esta riqueza patrimonial en la que el centro histórico se convierte en el lugar de encuentro de propios y extraños que refleja un esplendor económico de tiempos pasados, donde se ven las huellas del flujo migratorio que vivió desde finales del siglo XIX y mediados del XX con la llegada de comerciantes siriolibaneses, lo que produjo una amalgama cultural única en el país.
Las huellas de esa historia y de la cultura multiétnica, así como de su biodiversidad se hacen evidentes al recorrer el río Sinú, la Ciénaga Grande y cada rincón de Santa Cruz de Lorica, en donde sus visitantes podrán encontrarse con el encanto de sus esquinas y plazas, el jugo de níspero, el plato de bocachico, los fritos, el quibbe, la elevada temperatura y las conversaciones con la gente y sus expresiones tan típicas y espontáneas como ‘echeeee’, ‘cógela suave’ y ‘ajá’.
En Lorica cada detalle cuenta una historia: los letreros de los establecimientos comerciales, finamente tallados en madera, el obelisco ubicado en el malecón construido por el escultor Adriano Ríos Sossa, su mercado público que es un bien de interés cultural nacional, la chicha de El Carito, corregimiento de Lorica, donde esta bebida y el maíz representan lo más arraigado de su cultura.
También, las obras primitivistas de Marcial Alegría, que narran a través del pincel leyendas y mitos que han traspasado fronteras; cada objeto elaborado manualmente por los artesanos de San Nicolás de Bari, así como la fibra que se entrelaza en la elaboración del tradicional sombrero vueltiao, en el corregimiento de Tuchín, cuna de los indios zenúes.
Santa Cruz de Lorica es un pueblo patrimonio que enriquece, conmueve y cuenta historias.
La invitación es a conocer el embrujo del Sinú, en sus calles y sus cuerpos de agua. Lorica brilla con luz propia en el mapa turístico de Colombia.
En la mente resuenan los acordes de Río Sinú, el porro que se incrustó en mi corazón para siempre: “Y mirando sus aguas pude ver tu imagen… a orillas del río Sinú…”.
Para más información, visite la página www.pueblospatrimoniodecolombia.co.
EL TIEMPO*
*En alianza con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Fontur y el Hay Festival, EL TIEMPO publica esta ilustración de Lorica, Córdoba, destino de la Red de Pueblos Patrimonio.
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