Autoridades investigan las causas del asesinato de tres personas en el municipio de Inzá, oriente del Cauca. Se trata de un hombre y sus dos hijos, ambos menores de edad.
Algunos pobladores señalan que se trató de un ajuste de cuentas. “El señor tenía problemas de convivencia, riñas con algunos vecinos y familias de acá. Ya le habían advertido que dejara de pelear pero no hizo caso, y pasó esta tragedia”, narró un habitante de esa zona.
Otras versiones indican que el ataque se produjo porque un grupo armado ilegal pretendía reclutar a los menores y el padre -por evitarlo- les quitaron la vida.
Por su parte, la alcaldesa de Inzá, Geidy Ortega, lamentó la masacre y le pidió a la Fiscalía General de la Nación que se asigne Policía Judicial a esa jurisdicción, pues su ausencia dificulta el acceso a la justicia.
“En aras de avanzar en estos procesos de verdadera justicia y de construcción de paz, se necesita el fortalecimiento del sistema de justicia en el municipio”, señaló la alcaldesa.
La mandataria indicó que las víctimas eran oriundas de esa localidad y afirmó que los cuerpos fueron llevados a medicina Legal en Neiva.
“Esperamos que el sistema de justicia de este país, ponga sus ojos en Inzá”, agregó.
Los hechos ocurrieron cerca de las 6 de la mañana de este sábado en el sector de San Rafael, corregimiento de El Pedregal, a unos 10 kilómetros de la cabecera municipal.
Testigos señalan que la incursión armada estaba conformada por entre 12 y 15 hombres.
Las tres víctimas fueron identificadas como Octavio Muñoz Salazar de 40 años y sus dos hijos, Bertulfo de 17, y Octavio de y 15 años.
Según el reporte de las autoridades, los tres presentaban signos de tortura.
De acuerdo al Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), esta es la masacre número 12 en lo corrido del año en el país y la tercera en el Cauca.
Las dos anteriores ocurrieron en Argelia y en Popayán, el 4 de febrero y 17 de enero de este año, respectivamente.
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