En la entrada del Pasaje Vargas, en el centro de Tunja, desde el lunes de esta semana un grupo de jóvenes está recogiendo firmas.
Se trata de un procedimiento con el cual se espera exigir que el Concejo municipal convoque a un cabildo abierto que refrende el nuevo acuerdo final para la terminación el conflicto entre el Gobierno y las Farc E. P.
También se espera que con ese cabildo abierto se pueda declarar a Tunja como municipio de paz.
Así como el de Tunja, los promotores de esta iniciativa esperan convocar otros cabildos abiertos en Toca, Siachoque, Tuta, Soracá Duitama y Villa de Leyva, que ya están autorizados por la Registraduría.
Francisco Helí Ramírez, vocero del Cabildo de Tunja y de un cabildo departamental, que también será convocado, dice que la refrendación en el Congreso del nuevo acuerdo final para la terminación del conflicto requiere de un complemento que lo consolide políticamente y es a través de la iniciativa y la participación popular.
‘Refrendación e implementación’
El mecanismo constitucional establecido para este hecho es el Cabildo Abierto, con el cual se evitan los peligros de que el proceso de paz se estanque o que eventualmente sea reconsiderado por otro gobernante.
El próximo martes, en el auditorio Eduardo Caballero Calderón, desde las nueve de la mañana, habrá una reunión con delegaciones de varias regiones del país en donde se hablará de la refrendación, pero también de implementación, pues se trata exigir y presionar de que las dos partes, gobierno y Farc, cumplan estrictamente lo que dicen los acuerdos y se garantice la paz.
Insiste Ramírez que la refrendación por parte del Congreso, por importante que sea y parezca, es insuficiente para otorgarle al acuerdo la legitimidad democrática requerida para su implementación sólida y estable.