Con la presentación de la famosa ópera Las bodas de Fígaro, escrita y musicalizadas hace más de tres siglos, cerró anoche la edición XI del Festival Internacional de Música de Cartagena, que rindió tributo a la música francesa de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Los asistentes que colmaron El Teatro Adolfo Mejía de la Ciudad Heroica ya no tienen nada que envidiarle a los grandes escenarios de Europa o Estados Unidos donde cada fin de semana se presentan grandes funciones de ópera.
Las sopranos italianas, Serena Gamberoni y Eva Mei; así como el bajo, Andrea Concetti; el barítono, Vittorio Prato, y la Mezzosoprano, Elena Belfiore, todos italianos movieron las fibras y los sentimientos de los asistentes que colmaron las graderías del majestuoso teatro.
Durante casi tres horas y media, los artistas internacionales interpretaron el clásico musicalizado o entre octubre de 1785 y abril de 1786 por Wolfgang Amadeus Mozart, y escrito por Lorenzo Da Ponte.
Una obra históricaLa pieza, de cuatro actos, escenificada en el Castillo del Conde de Almaviva, una población cercana a Sevilla (España) es una mezcla de drama y comedia, pero ante todo una lección sobre los diferentes momentos del amor, y a la vez es una crítica sobre las clases sociales y la manipulación.
“El festival internacional de música pone a Cartagena al mismo nivel de las grandes capitales del mundo donde usted abre un periódico y encuentra una amplia oferta de arte y cultura con funciones de ópera, teatro y conciertos”, señaló el diseñador Édgar Gómez Estévez, asistente a la función, y quien reconoció el talento de los cantantes italianos, que se presentan en los teatros más importantes del mundo.
Colombianos, en escenaPero el mayor orgullo que dejó la función, que ya había tenido una primera presentación el viernes pasado, fue el hecho de que sobre las tablas también estuviera un amplio elenco de cantantes colombianos, entre quienes sobresalieron, y fueron aplaudidas, la mezzosoprano, Alejandra Acuña, en el papel de Marcelina; el bajo, Alexis Trejos, quien encarnó a Bartolo; y el tenor Hans Ever Mogollón, como Don Basilio.
La joven mezzosoprano Acuña había participado el año pasado en el programa jóvenes talento de Cartagena, en el festival.
En una presentación impecable, la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia fue la encargada de interpretar la famosa obra lírica.
También fue motivo de orgullo la presentación del coro de la ópera de Colombia, esta vez, dirigido por el maestro salvadoreño, Luis Díaz Herodier.
El teatro cartagenero estuvo otra vez a la altura de los grandes espectáculos del mundo y, como ya lo había hecho en el festival del 2014 en la presentación de La Cenicienta, la gente copó las graderías y balcones durante las dos presentaciones.
“La función de ópera ya hace parte del festival y la gente la aclama, nosotros venimos de Medellín sólo para esta presentación”, señaló Lucía Díaz.
JOHN MONTAÑO
Redactor de EL TIEMPO
Cartagena
@PilotodeCometas
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