En una asamblea extraordinaria, estudiantes de la Universidad Industrial de Santander (UIS) les solicitaron a las directivas de esa institución anular tres convenios firmados con la Sociedad Minera de Santander (Minesa), empresa de propiedad del fondo de inversión y desarrollo Mubadala, del emirato de Abu Dhabi.
Según los estudiantes, acuerdos con esa compañía van en contravía de la postura que ha tenido la universidad frente a los proyectos de explotación minera en la región, especialmente en zonas del páramo de Santurbán. Uno de esos proyectos es el de Soto Norte, que pretende desarrollar Minesa para la extracción de concentrados de pirita y cobre cerca de los municipios California y Suratá.
Las directivas de la UIS explicaron que esa institución, a través de la Escuela de Biología, estableció un convenio de cooperación científica y desarrollo tecnológico con la multinacional minera para la generación de conocimiento.
En el marco de este acuerdo se derivaron dos alianzas que apuntan a la formación académica, una de ellas relacionada con el buen manejo de la minería y otra con el estudio de las plantas que sean factibles para crecer en el páramo.
“En estos dos casos se busca generar conocimiento y llevar en algunos casos formación, pero nunca avalando las actividades de Minesa”, dijo el rector de la UIS, Hernán Porras, quien aseguró que el hecho de que se tengan unos convenios firmados no significa que la universidad “esté apoyando institucionalmente la explotación minera en el páramo, ni tampoco la afectación de ningún ecosistema de nuestro planeta”.
Porras explicó que esos acuerdos se forjan con el fin de beneficiar a los estudiantes en la formación de recurso humano, la generación de conocimiento y la creación de productos intelectuales que puedan ser publicados.
Dayana Andrea Corzo, estudiante de Derecho de la UIS e integrante del Comité para la Defensa del Agua del páramo de Santurbán, dijo que tras revisar la información de los convenios encontraron cláusulas “abusivas” en los aportes, porque mientras Minesa aporta 1.020 millones de pesos, la UIS designa 1.437 millones.
“Eso es dinero de la universidad, del Estado, y no vamos a permitir que la plata pública se vaya al privado, y menos cuando se pretenden explotar nuestros recursos”, advirtió Corzo.
Los recursos en dinero que aporta la universidad, según la estudiante, son 580 millones en contratación de personal, y el resto equivale a las bases de datos, laboratorios e infraestructura.
La activista ambiental agregó que “Minesa estaría utilizando el nombre de la universidad para beneficiar su proyecto. Usa el prestigio de la universidad para generar confianza, porque nosotros no confiamos en ellos y cuando se pone el logo UIS se da legitimidad y el pueblo cree”.
En la actualidad, la multinacional minera se alista para iniciar ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) la solicitud de la licencia ambiental para la ejecución del proyecto Soto Norte, el cual se encuentra en fase de exploración, con estudios técnicos, financieros y ambientales en curso.
El plan de minería a gran escala comprende una mina subterránea operada mediante los métodos de explotación de cámaras por subniveles y corte-relleno, además de contemplar un modelo de coexistencia con la pequeña minería, que históricamente ha sido practicada por comunidades.
La compañía ha asegurado que construirá una planta para realizar la separación física de minerales mediante flotación y que no utilizará ni mercurio ni cianuro.
Reiteró que su proyecto está por fuera de la línea de páramo, a 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar, mientras que el páramo de Santurbán tiene alturas mínimas de 2.800 metros. “El área del proyecto se ubica en la microcuenca de vetas y no afectará el suministro ni la calidad del agua que procesa el acueducto de Bucaramanga, proveniente de la subcuenca del río Suratá”, señala Minesa.
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