Con cada nuevo sismo que se produce en el continente, como el de esta semana en México, se revive la preocupación por la tarea que está pendiente desde 2010 en Armenia, y que es la armonización (o actualización) de la microzonificación sísmica de la capital quindiana que se elaboró en el 2000.
Se trata de un estudio que define las características del suelo y determina cuál es su respuesta ante un sismo.
Cabe recordar que Armenia y otras cuatro ciudades son las de más alto riesgo sísmico en el país, según el Servicio Geológico Colombiano. La directora técnica de geoamenazas de esta institución, Marta Lucía Calvache, señaló esta semana ante medios de comunicación que “Colombia es un país muy activo sísmicamente”. Pero volvió a advertir, que en ninguna parte del mundo se puede predecir la ocurrencia, magnitud o sitio donde ocurrirá un sismo.
Desde hace años la Universidad del Quindío viene alertando sobre la necesidad de la actualización de este estudio y aunque se han realizado acercamientos con la Alcaldía de Armenia y la Gobernación del Quindío, aún no hay recursos para financiarlo.
Hace poco, la universidad presentó una propuesta de armonización de microzonificación sísmica de Armenia, pero además incluyó una zonificación indicativa de Calarcá, Montenegro y Quimbaya, y un estudio un poco menos avanzado en los ocho municipios restantes. Para este proyecto que tardaría unos 18 meses se requieren al menos 5.150 millones de pesos.
La Universidad ya nos presentó la propuesta para hacer el estudio, que es más que necesario. Sin embargo, es claro que no tenemos los recursos
Dinero que según el director de la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres del Quindío (UGRD), Faber Mosquera, se podría gestionar con recursos de regalías.
“La Universidad ya nos presentó la propuesta técnica y económica para hacer el estudio de microzonificación, que es más que necesario. Sin embargo, es claro que no tenemos los recursos. Ahora, lo que sigue es presentar un proyecto para que reciba, si es posible recursos de regalías”.
Meses atrás, el alcalde de Armenia, Carlos Mario Álvarez, aseguró que firmará el convenio con la Universidad para adelantar el estudio “y eso va a ser un insumo importantísimo en la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) porque tenemos que hacer construcciones en altura pero siempre protegiendo la vida”.
Sin embargo, el director del Observatorio Sismológico de la universidad, el ingeniero Hugo Monsalve, contó que tras varias reuniones con las entidades locales, el proceso se ha demorado mucho.
“La microzonificación es un instrumento necesario para proteger la estructura de la ciudad contra eventos sísmicos posibles en el contexto de la amenaza que existe”.
Y agregó que “es un insumo para el POT, la norma establece que por ley se debe hacer la microzonificación por ser un municipio de más de 100.000 habitantes, aquí hay un cuadro legal que no se le ha puesto la debida atención, es una omisión o vulneración a la ley”. Sin embargo, este instrumento “pierde vigencia mientras no se haga la actualización”.
No obstante hay una figura de extensión a través de un decreto municipal que permite seguir utilizándolo mientras se realiza la armonización, pero Armenia no presentó dicho decreto por lo que los constructores “no están aplicando la microzonificación sino la norma NSR10, que es general para todo el país, no como la microzonificación que es del municipio, y específico para la amenaza sísmica”.
En cuanto a la expedición de las licencias de construcción, los curadores se basan en la Norma NSR10 “porque no se les obliga a tener en cuenta la microzonificación que está desactualizada, pero lo que uno haría sensatamente sería seguir con la microzonificación y queda más segura la ciudad”.
Otro de los aspectos que se quiere analizar con el estudio de microzonificación es la falla Armenia que se evidencia en la ciudad desde el puente San Nicolas pasando por el centro y varios barrios hasta continuar por la vereda Hojas Anchas.
El propósito es monitorear la falla y establecer tres puntos de observación, además de comprobar o desvirtuar que, como se había dicho tras el sismo que sacudió al Eje Cafetero y sobre todo a Armenia en 1999, en esa franja no se podría construir pues el sector sufrió graves daños e incluso varias edificaciones se vinieron al piso. Aunque cabe resaltar que en esta zona sí se han levantado nuevas construcciones.
Precisamente sobre la seguridad en las construcciones de la ciudad, el ingeniero Monsalve, reconocido por sus análisis sobre probabilidades de ocurrencia de sismos, entre otros estudios con el grupo de investigación Quimbaya, entró en un debate que se viene dando en la ciudad sobre las edificaciones sismorresistentes.
Aunque muchos constructores afirman que sus construcciones, que incluyen muros en vaciado, son sismorresistentes, el ingeniero aseguró que la tecnología de estos muros llegó hace pocos años al país pero se trajo de una zona que no tiene una alta amenaza sísmica como sí la tiene Armenia.
“Y bajaron drásticamente los espesores que eran de 15 y 18 centímetros a 8 centímetros y la doble parrilla de acero que llevan estos muros, y se les permitió el uso de malla electrosoldada, que yo llamo miserable, realmente es muy baja la cuantía de acero que tiene".
La Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (AIS) ya se pronunció contra esos muros y van a ser prohibidos totalmente en la norma 2019
Añadíó que “la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (AIS) ya se pronunció contra esos muros y van a ser prohibidos totalmente en la norma 2019, pero queda un vacío tan delicado porque son muchos los edificios (ya construidos) de más de 10 pisos con un murito de 8 centímetros, eso es una infamia, pero como nosotros estamos vetados con los constructores, nos tildan de ser los terroristas de los desastres”.
Según el ingeniero, una situación semejante habría ocurrido en Chile, donde también bajaron un poco el espesor de los muros “y el último terremoto se las cobró porque los daños fueron un poco más severos”.
Monsalve contó que el informe del sismo demuestra que “fue un descenso drástico y descuido en los espesores de muros, lo mismo ocurre con el muro vaciado. Los estudios concluyeron que el problema de esos muros es la ductilidad y la inestabilidad por carga”.
Por estos días, circula en redes sociales una fotografía donde se explica cómo protegerse durante un sismo. Sin embargo, también ha circulado información donde se desmiente la efectividad de esto. El ingeniero Monsalve aclaró que todo depende del tipo de sismo y de estructura de la edificación “si el edificio cae de forma vertical, es decir placa sobre placa, no hay forma de encontrar triángulos de vida”.
ARMENIA
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