La pasión, el amor y el sacrificio por el Carnaval de Negros y Blancos quedaron una vez más enmarcados en un centenar de motivos de la alegre y colorida despedida del 6 de enero, al ritmo del sonsureño y en medio de talcos, serpentinas y la algarabía acompañada del grito espontáneo: ¡que viva Pasto carajooooooo!
La senda del carnaval fue testigo muda y feliz de la magia y el resplandor de las expresiones artísticas, el talento de los artesanos y la alegría de un pueblo, cuando con el tradicional juego de los blanquitos la ciudad de Pasto despidió una nueva edición de su tradicional Carnaval de Negros y Blancos.
Fueron 18 carrozas gigantescas, 10 carrozas no motorizadas, 30 comparsas, 30 murgas y 30 disfraces los que engalanaron el desfile magno del carnaval, el cual celebró los 10 años de haber sido declarado por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Encabezando los cerca de 10.000 participantes apareció el colectivo coreográfico Somos Zarandearte, ganador del desfile ‘Canto a la tierra’ del pasado 3 de enero. A él lo acompañaron 160 integrantes que lucieron trajes inspirados en los colores del guacamayo.
Se destacaron carrozas como la del maestro Raúl Ordóñez, titulada ‘Pastusas invencibles derrotando a Nariño’, que buscaba “reivindicar el papel de la mujer nariñense y colombiana porque ha trabajado por transformar el mundo”.
En la celebración también hicieron presencia las murgas con su música, las comparsas en las que hombres y mujeres cargaron figuras alusivas que llegaron a pesar entre 20 y 60 kilos, los disfraces y las carrozas no motorizadas.
Hoy, el gran remate del carnaval es el festival del cuy, plato típico por excelencia de los pastusos, que en este caso se prepara en cantidades apreciables para deleitar el gusto de chicos y grandes.
A bordo de yipaos, las 24 candidatas al Reinado Internacional del Café saludaron por primera vez a los asistentes de la 63.ª Feria de Manizales, que se realizará hasta el 14 de enero.
Con un colorido desfile, acompañado de música y piruetas de estos carros, tan frecuentes en el Eje Cafetero, se les dio la bienvenida a las reinas que aspiran a ser la representante del café en el mundo durante 2019.
Como es costumbre, las carrozas de las candidatas hicieron un recorrido de 6 kilómetros entre el sector del Cable y la plaza de Bolívar. Centenares de espectadores admiraron la belleza de estas mujeres y desde ya corearon a sus favoritas.
Para algunas de ellas, esta fue la primera vez que se subieron a un yipao, que además fue la atracción del desfile por las acrobacias que realizaron sus conductores y expertos tripulantes a lo largo del recorrido.
Mientras tanto, en Riosucio, Caldas, se realiza el Carnaval del Diablo, que finalizará el 9 de enero, una fiesta que celebra cada dos años, a través del símbolo del demonio, la unión de un pueblo que por años vivió en enemistad. Hoy, los resguardos indígenas y los campesinos serán los encargados de tomarse las calles del pueblo.
MAURICIO DE LA ROSA Y LAURA USMA
Especial para EL TIEMPO
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