Casi tres años después de haber sido demolidos para su adecuación y remodelación, los centros de salud de La Paz, Taganga y el IPC La Candelaria, en Santa Marta, aún no han sido terminados.
Las obras se encuentran paralizadas desde hace más de dos semanas y recientemente el fiscal general Néstor Humberto Martínez les pidió a sus fiscales seccionales priorizar las investigaciones a estas y otras obras retrasadas en la capital del Magdalena.
Estos tres centros de salud, junto con el de Bastidas y Mamatoco, fueron contratados entre octubre de 2014 y enero de 2015, durante la administración del exalcalde Carlos Caicedo, a través de la ESE Alejandro Próspero Reverend, por 6.537 millones de pesos.
El contrato se adjudicó por medio de una convocatoria pública a la empresa Mediredes SAS, pero solo terminaron el de Bastidas y los otros cuatro quedaron inconclusos porque, según el alcalde Rafael Martínez, la ESE se quedó sin recursos.
El 23 de noviembre de 2016, Martínez suscribió un nuevo contrato con la Unión Temporal Construyendo Salud Santa Marta 2016, esta vez con recursos del Distrito, por 5.863 millones de pesos para terminar los centros de salud de Taganga, La Paz y el IPC La Candelaria. Mamatoco quedó por fuera porque, según el mandatario, no había recursos para los cuatro.
Estas obras se reiniciaron en mayo pasado, después de hacerle unos ajustes a los diseños exigidos por el Ministerio de Salud, y el plazo de ejecución es hasta el próximo 31 de diciembre.
El Distrito tiene que atesarle las orejas al ingeniero y que se puedan ejecutar nuevamente las obras
No obstante, el pasado lunes obreros y miembros de la comunidad del barrio La Paz protestaron porque el contratista les debe a los empleados y proveedores y la obra está suspendida.
“La obra tiene aproximadamente un mes de estar paralizada por falta de plata y los contratistas no dan la cara. Ahora mismo nos adeudan cuatro quincenas y los vigilantes nos hemos dado a la tarea de cerrar la puerta hasta que nos paguen. Los obreros no han venido más”, dijo Luis Orozco, vigilante del centro de salud de La Paz.
José Pertuz, residente en este barrio, decidió encadenarse el lunes en la entrada del centro de salud inconcluso para protestar por el retraso en las obras y las precarias condiciones en que son atendidos los usuarios en la sede provisional.
“No tenemos un centro de salud para que atiendan a las personas cuando hay accidentes, mujeres embarazadas y peleas, tenemos que utilizar el de Gaira o clínicas de la ciudad. No tenemos ambulancias ni insumos en la sede provisional”, expresó Pertuz.
El gerente de proyectos de Infraestructura del Distrito, Sander Rodríguez, quien se reunió el lunes con la comunidad de La Paz, dijo que le hicieron la solicitud a la Oficina de Contratación para que inicie un proceso de suspensión o sanción al contratista por incumplimiento.
“Los recursos están garantizados porque nosotros hasta ahora le hemos dado el anticipo solamente, ese anticipo está amparado con diferentes pólizas: de cumplimiento, de estabilidad, de manejo del anticipo y que cubren a los trabajadores. Si a ellos les están debiendo nosotros haremos efectivas esas pólizas automáticamente”, expresó Rodríguez y anunció que este viernes habrá una audiencia con el contratista.
Lo que llama la atención es que el nuevo contrato de los centros de salud fue adjudicado al mismo contratista inicial, pero con otra razón social. La Unión Temporal Construyendo Salud Santa Marta 2016, cuyo representante legal es Jesús Navarro Brito, está integrada por Construcciones e inversiones Kamana SAS, que tiene el 70 por ciento, y Gestión y Proyectos Construcciones Group, que tiene el 30 por ciento.
Esta última empresa, de acuerdo con el portal web La Silla Caribe, “fue constituida originalmente con el nombre Mediredes EU en 2010, en 2012 pasó a llamarse Mediredes SAS y en septiembre de 2016, dos meses antes de ganarse el segundo contrato, cambió su nombre al que tiene actualmente”.
Los usuarios de los centros de salud del IPC La Candelaria y Taganga también se quejan por el retraso en las obras.
El vicepresidente de la Asociación de Usuarios del Centro de Salud del IPC La Candelaria, Reinaldo Oyaga, dijo que hace más de 15 días están paralizadas porque no le han pagado a los trabajadores. “El Distrito tiene que atesarle las orejas al ingeniero y que se puedan ejecutar nuevamente las obras (…) A los trabajadores les debían cuatro quincenas, les pagaron una y le deben tres”, expresó.
Belinda Mattos, quien reside enfrente del centro de salud que está en construcción en Taganga, aseguró que la obra está paralizada desde el pasado 23 de septiembre por falta de dinero. “Nos comentaron que no han mandado dinero para los materiales (…) Yo no creo que eso sea entregado el 31 de diciembre de este año”, dijo.
Mientras culmina la ejecución de estos centros de salud, los usuarios son atendidos en centros provisionales, donde la queja generalizada es que en las urgencias no hay insumos. Para que los atiendan deben comprar desde jeringas hasta medicamentos
Además, en Taganga y La Paz, que están alejados de los centros asistenciales de Santa Marta, no cuentan con ambulancias y en ocasiones los pacientes tienen que ser trasladados en taxis o vehículos particulares.
PAOLA BENJUMEA BRITO
Redactora de EL TIEMPO
SANTA MARTA
Comentar