Una considerable afectación ambiental dejó un incendio forestal en el municipio de Galán (Santander) que consumió 37,1 hectáreas de vegetación nativa, que servían como zona de recarga hídrica de cuatro nacimientos de agua ubicados en las veredas Siberia y La Mesa de este municipio.
Así lo determinaron funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) tras realizar el levantamiento topográfico de la zona afectada por el fuego.
El coordinador para la gestión del riesgo de desastres de la CAS, Norberto Gómez Joya aseguró que aunque el fuego no consumió bosques nativos, el daño ambiental es grave pues “el tipo de vegetación que se quemó son helechos y pastos naturales y esas cenizas que se generaron por la quema están produciendo contaminación en los nacimientos que están en la parte baja”.
Los cuatro nacimientos de agua afectados surten del líquido a la quebrada Paramera, cuya franja forestal protectora también resultó perjudicada afectando a las veredas La Plazuela y Hobo, que toman de allí el líquido vital. Es por esto que la autoridad ambiental recomienda a la comunidad galanera tomar precauciones y no consumir el agua directamente de la fuente.
“Las recomendaciones son no consumir agua sin hacer previo tratamiento de sedimentación, al menos por 12 horas para que las cenizas se vayan al asiento, hacerle un filtrado convencional y finalmente hervirla”, aseguró Gómez Joya quien recordó que al menos durante los próximos tres meses las lluvias limpiarán y arrastrarán material a las fuentes hídricas.
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