A pesar de los trabajos de limpieza este viernes aún se podían ver telas quemadas, partes de billetes y celulares inservibles en la zona cercana a la cancha de la ciudadela Café Madrid, en la periferia de Bucaramanga, donde un incendio dejó sin vivienda a 119 personas de 37 familias.
Entre los restos había pedazos de la piñata con la que don Carlos Patiño le celebraría este martes el octavo cumpleaños al hijo que lleva su nombre.
Aunque lo perdió todo tiene la fortaleza para bromear: "Menos mal no nos habían entregado la torta porque una celebración sin piñata se puede hacer, pero sin comida, ¿cómo?".
Las llamas, que habrían sido originadas por un corto circuito, consumieron las 37 humiles viviendas de desplazados y vendedores ambulantes que conviven en un reducido espacio de la antigua estación del ferrocarril situado en el norte de la capital santandereana.
Aunque la Alcaldía les ofreció a los damnificados ir a un albergue solo dos familias aceptaron el ofrecimiento oficial.
“Tenemos todas las ayudas humanitarias. Les estamos ofreciendo un refugio temporal y estamos trabajando en hacerles caer en cuenta que esta zona quedó invivible”, señaló Nancy Torres Barrera, de la Secretaría de Desarrollo de la ciudad.
Los habitantes del sector cuentan que el incendio, que empezó sobre la 1:30 p. m. del jueves pasado, se propagó desde un poste de electricidad.
Un adulto mayor de 65 años fue trasladado al Hospital González Valencia por quemaduras. También hay heridas leves de las personas que caminan sobre los escombros para recuperar sus cosas, según Carlos Arturo Upegui Silva, director de Operaciones y Socorro de la Cruz Roja en Santander.
Algunos de los damnificados también fueron afectados por un incendio similar que en junio del 2012 destruyó en el mismo sector 280 ‘cambuches’ de desplazados y damnificados por el invierno.
BUCARAMANGA
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