Este martes integrantes del Ejército y la Policía fueron judicializados por su presunta participación en dos homicidios ocurridos en los municipios Bucaramanga y Lebrija (Santander).
Mientras que cinco soldados fueron condenados por la muerte de un campesino en el municipio de Lebrija, dos policías deberán responder por la muerte de un habitante de calle al interior de una estación de la institución en Bucaramanga.
En el primer caso, la Fiscalía imputó, ante un juez con función de control de garantías de Bucaramanga, cargos por los delitos de tortura y homicidio agravado al teniente de la Policía José Luis Toloza Rangel y al patrullero Jonathan Felipe Peña Álvarez.
La judicialización fue motivada por los hechos ocurridos el 7 de mayo de 2017 en la Estación del Norte de la Policía, en la capital santandereana, a donde fue llevado Samuel Alberto Jerez García, un habitante de la calle, quien estaba exaltado y alterando el orden público en el norte de esa ciudad. Posteriormente, el hombre de 38 años fue hallado muerto en la estación.
El ente acusador solicitó la imposición de medida de aseguramiento en contra de los dos policías activos.
En el otro caso, el Juez Tercero Penal del Circuito de Bucaramanga condenó a cinco militares por la muerte de Gerardo Contreras Román, en hechos ocurridos el 17 de mayo de 2005, cuando lo presentaron como muerto en supuestas acciones militares.
En este caso los implicados son el sargento Jorge Arley Sánchez Rojas y los soldados Abimael López Gómez, Wilson Javier Plata, René Alberto Prada y Jesús Rincón, quienes para la época de los hechos hacían parte del Batallón de Infantería No. 4 Antonio Ricaurte, ubicado en la capital santandereana.
Según el proceso investigativo, los uniformados fueron desplegados, junto a otros integrantes del referido Batallón, en la vereda Lebrijas del municipio Lebrija, con el objetivo de adelantar acciones estratégicas y militares contra los grupos armados que para la fecha delinquían en la zona: Farc, Eln y paramilitares.
El material probatorio recaudado permitió establecer como los militares condenados arribaron a la casa de la víctima en la madrugada del 17 de mayo de 2005 y lo sacaron de allí. A las 5 de la mañana, familiares de Contreras Román encontraron su cuerpo sin vida con impactos de bala.
BUCARAMANGA