Bucaramanga. El reciente escándalo de Odebrecht, principal accionista del Consorcio Ruta del Sol II, no solo afectará la construcción de los 240 kilómetros de esa doble calzada (que corresponden a la troncal del Magdalena Medio en Santander), sino que además le quitará impulso a las proyecciones económicas que se han tejido en torno a ese proyecto.
De acuerdo con empresarios y sectores gremiales, con esta vía se tiene la posibilidad de mejorar los costos del transporte terrestre de salida de los productos a los puertos de la costa Atlántica y de Barrancabermeja (Magdalena Medio).
“Esta situación que se presenta con Odebrecht genera una preocupación para el departamento, porque definitivamente los cronogramas sí se van a alterar, pues de liquidarse el proyecto esto dejaría ver que a muy corto plazo vamos a tener serios inconvenientes”, señaló el secretario de Infraestructura de la Gobernación, Mauricio Mejía.
Las grandes deficiencias que tiene en materia de conectividad vial el departamento se han convertido en el punto negro de su desempeño competitivo frente a otras regiones.
“De acuerdo al Índice Departamental de Competitividad, Santander ocupa el noveno puesto en materia de infraestructura entre las regiones de Colombia que califica el índice. No es una posición muy privilegiada, teniendo en cuenta que en su pilar de conectividad ocupamos el puesto 11 entre 26 regiones”, aseguró Juan Hernando Puyana, director de la Comisión Regional de Competitividad.
Para Sergio Luna, gerente regional de Camacol en Santander, no tener este tipo de infraestructura rezaga al departamento frente a otras regiones.
“Pensemos en un departamento como Santander, que no es portuario, sin una vía que conecte directamente a la ruta más importante del país con salida al mar como lo es la Ruta del Sol (…) el retraso de las obras o cualquier contratiempo que tenga impacta la competitividad en términos de conectividad vial, inversión y estabilidad jurídica”, señaló.
Mientras se define el futuro que tendrá el proyecto vial, la Gobernación ha solicitado que las medidas que se tomen sean las más rápidas y menos traumáticas, ya que los coletazos de la parálisis de las obras ya se empiezan a sentir en poblaciones aledañas.
Por ejemplo, en municipios como Sabana de Torres hay preocupación por las deudas pendientes que desde hace más de tres meses contratistas de la concesionaria Consol mantienen con proveedores locales, las cuales asciende a más de 2.000 millones de pesos.
El alcalde de esa población, Esneider Pinilla, aseguró que el proyecto, que comenzó trabajos en esa zona en el segundo semestre del 2016, es el que en parte está sosteniendo la economía del municipio, que sufrió el revés de la crisis del petróleo del año pasado. Según el mandatario, las obras estarían generando más de 500 empleos.
Por otro lado, la Procuraduría interpuso este miércoles una acción popular ante el Tribunal Administrativo de Bogotá para exigir la restitución al país de los 11 millones de dólares que pagó Odebrecht en sobornos y que se retire a esa firma de la obra sin que se afecte el proyecto. Con ese fin, propone que la ANI tome posesión del contrato o lo ceda mientras se realiza de nuevo la adjudicación.
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