La Diócesis de Quibdó manifestó su preocupación por el aumento de la violencia en esa ciudad en lo corrido del año. “En septiembre y octubre se han presentado entre 5 y 6 homicidios semanales”, señaló la Iglesia Católica en esa región del país.
A su vez, rechazó los asesinatos, hurtos, amenazas y extorsiones atribuidas a diferentes grupos delincuenciales y bandas criminales que campean en la capital chocoana. Según la autoridad religiosa, la situación es caótica y la comunidad está realmente preocupada.
“Los enfrentamientos entre estos grupos ocurren en pleno centro de la ciudad y muchas veces cobran la vida de gente inocente”, añadió la Diócesis, quien afirma que en el 2014 presentó una denuncia al respecto ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (Lea también: Los 5 males que tienen a Chocó en paro cívico)
Según Medicina Legal, en Quibdó, en el 2012, se presentaron 126 homicidios. En el 2013, 108 homicidios; en el 2014, 82 homicidios y en el 2015, 95. Sin embargo, como lo reveló en agosto este diario, solo en los primeros ocho meses del 2016 se registraron 84 homicidios, uno más que en el mismo periodo de tiempo en el año anterior.
La Iglesia señaló, además, que las autoridades del Estado argumentan “no tener recursos para las inversiones requeridas para solucionar el conflicto social y la situación de violencia en Quibdó (…) Es urgente que asuman los compromisos que durante tanto tiempo han descuidado”.
Además, también señala que a esta situación se ha llegado por diversos factores entre los cuales, según la Iglesia, se destaca el abandono estatal y la falta de políticas públicas para mejorar las condiciones de empleo, educación y servicios públicos básicos.
“No se le ha puesto cuidado a lo que pasa en los barrios periféricos de Chocó. No hay oportunidades de trabajo y no hay proyectos productivos. Las bandas aprovechan esa vulnerabilidad, (...) los problemas de fondo de esta región no se han resuelto”, dice la Diócesis.
Por todo esto hizo un llamado de solidaridad a la sociedad civil, a las autoridades del Gobierno Nacional, departamental y municipal y a la Comunidad Internacional para que se sumen frente a la difícil situación que atraviesan los habitantes de esta región.
VIDA
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