En el municipio de Fundación, Magdalena, la desolación prima desde que se conoció la noticia del asesinato de una niña de 9 años cuyo presunto victimario procedió a quemarla para desaparecer evidencia.
Los más afectados con este hecho son, sin duda, los padres, familiares y amigos de la pequeña víctima, recordada como una niña alegre, extrovertida y servicial. La madre de la menor muerta vive por estos días una verdadera pesadilla y su tristeza la ha llevado a perder, por momentos, la cordura.
“No ha podido dormir. Por momentos se calma con medicamentos, pero al rato recuerda y vuelve a caer en un llanto imparable, dice que le arrebataron la alegría y sus ganas de vivir”, comentó un vecino.
Entre lo poco que habla sobre el fatal desenlace que tuvo la menor de sus tres hijos, la mujer le reclama a Dios una explicación por la dolorosa situación que enfrenta, y asegura que ni 100 años de cárcel serán una condena suficiente para que se haga justicia con el culpable de su dolor.
Yo aún pienso que esto es mentira, que ella no murió, sino que está desaparecida y en cualquier momento va a regresar a casa
“Yo aún pienso que esto es mentira, que ella no murió, sino que está desaparecida y en cualquier momento va a regresar a casa con la enorme sonrisa que mantenía siempre”, expresó en medio del llanto.
Y con esa alegría propia de una niña de su edad, así se marchó la menor de nueve años de su vivienda el pasado viernes 28 de septiembre a las 2 de la tarde.
Como era costumbre en las tardes después de clases, iría a visitar a una de sus tías, que vive a unas cuadras del barrio, pero en esta ocasión nunca llegó.
La hipótesis que se maneja es que en el camino se presume que la niña fue interceptada por Adolfo Arrieta García, quien reside en la ruta que debía atravesar para llegar hasta donde su familiar.
El hombre, no se sabe claramente con qué intención, la retuvo y aprovechó su estado de indefensión para atacarla de manera salvaje.
Él tuvo que abusar de ella y para ocultar las evidencias, decidió prender una hoguera en el patio, sin embargo en ese propósito fue descubierto
“Él tuvo que abusar de ella y para ocultar las evidencias, decidió prender una hoguera en el patio, sin embargo en ese propósito fue descubierto”, dijo un vecino de Arrieta, quien aunque señala que se había enterado de algunos problemas de este hombre con su expareja, jamás lo imaginó capaz de cometer tal atrocidad.
“Adolfo muy poco hablaba, su trato con las personas era para lo justo, y cuando no estaba trabajando prefería permanecer encerrado en su vivienda, aun así no nos deja de sorprender su conducta, parece que se le hubiese metido el demonio”, agregó.
Conductas agresivasLa agresividad y los ataques de ira por parte del confeso homicida, según la Fiscalía, ya le habría ocasionado problemas en el pasado.
“Tiene una condena cumplida por lesiones personales y además establecimos que le disparó en tres oportunidades con arma de fuego a su exmujer, lo que habría sido el detonante de su separación, tras una seguidillas de discusiones y agresiones”, indicó el Fiscal del Magdalena, Vicente Guzmán.
El abogado Cesar Cadena reafirmó esta tendencia violenta de su defendido Adolfo Arrieta, quien en la versión que este le entregó admite que en un momento de histeria le provocó la muerte a la niña de 9 años, a la que según él “confundió con un perro”.
Solo recuerda que dormía y se despertó por el ruido de niños en la calle, a partir de ahí perdió el control y arremetió contra la menor de edad
“Solo recuerda que dormía y se despertó por el ruido de niños en la calle, a partir de ahí perdió el control y arremetió contra la menor de edad, la ingresó en la casa para matarla y en acción seguida la quemó, pero nunca la violó. Solo entró en razón cuando llegó la Policía, y supo la magnitud de lo que hizo”, sostuvo la defensa.
Miedo en FundaciónPor lo ocurrido con la niña de 9 años, las familias sienten miedo de que sus hijos puedan enfrentarse a un episodio similar tan cruel y horripilante.
“Ya uno no puede confiar ni en el vecino que saludamos diariamente”, manifiesta una madre habitante de Fundación, quien ahora prefiere evitar que su hija juegue en la terraza de la vivienda con otros amigos del barrio.
La residencia de Adolfo Arrieta quedó destruida y permanece vacía.
Sus pertenencias y el camión de su propiedad fueron prendidos en llamas por una turba enardecida que clamaba justicia y rechazó la muerte de la menor en la tarde del pasado viernes.
Los habitantes del barrio comentan que el hombre se salvó de morir por la rápida intervención de la Policía que solo informó del crimen cuando lo habían retirado del lugar.
No obstante, quienes tuvieron indicios del macabro procedimiento que llevaba a cabo el camionero, fueron algunos vecinos que se alertaron por el olor fuerte que se generaba desde una fogata.
Uno de los curiosos se acercó al lugar y alcanzó a divisar por el portón del patio la mano de un ser humano, y de inmediato, alarmado, informó a las autoridades que atendieron el llamado y constataron la incineración de una niña.
Por el avanzado estado de las quemaduras en el cuerpo resultó imposible establecer plenamente la identidad de la criatura asesinada, sin embargo, minutos después una madre que estaba desesperada por la desaparición de su hija llegó hasta el patio de la vivienda de Adolfo y lo que temía se concretó al encontrar una muñeca y un arete que identificó.
“Es mi niña, me la mataron Dios mío”, fue la exclamación en ese momento al descubrir que su pequeña de 9 años era la víctima de un aberrante acto de violencia que ha causado indignación en todo el país.
La Fiscalía imputó a Adolfo Arrieta el delito de homicidio agravado y pedirá la máxima pena que corresponde a 60 años de prisión.
Desde que se conoció la noticia del crimen, Fundación no ha vuelto a ser la misma.
El ambiente es de tristeza y desolación, y lo sucedido inevitablemente recuerda a todos la muerte de 33 niños que murieron calcinados en esa localidad hace casi 5 años.
De inmediato el dolor se hace más grande con la pérdida de otro niño de la población, esta vez, provocado de manera bárbara por quien han denominado como el ‘monstruo de Fundación’.
SANTA MARTA
Comentar