Con orquesta, comparsas y grupos folclóricos que bailan bambucos, sanjuaneros y rajaleñas, más de 50 ex combatientes de las Farc llegaron a Neiva, en Huila, para participar en cada uno de los eventos de las fiestas de San Pedro.
Los excombatientes, quienes pasaron años en el monte haciendo parte de los frentes 48, 49 y la columna móvil Teófilo Forero, llegaron sin armas: se les ha visto luciendo trajes típicos o cargando instrumentos musicales. Su objetivo es dar a conocer las habilidades artísticas escondidas por culpa de la guerra.
Procedentes de la zona de concentración del Putumayo, todos hacen parte de la Escuela de Formación Artística ‘Manuel Marulanda Vélez’, la cual está conformada por la orquesta Los Rebeldes del Sur, así como por grupos de hombres y mujeres expertos en todo lo que tenga que ver con folclor y danzas autóctonas.
“Venimos a colaborar y a alegrar las fiestas de San Pedro”, afirmaron los exguerrilleros, quienes esta semana han participado en los desfiles que engalanan las calles de Neiva.
Agregaron que, gracias a la paz, “podemos mostrarle a Colombia nuestra riqueza cultural”. Otros, al son de bambucos, señalaron que “queremos cantarle a la paz, componerles versos a nuestros campos, a los paisajes y a las mujeres bonitas de Colombia”.
Uno de los cantantes de la orquesta Los Rebeldes del Sur relató que en el monte no había tiempo para ensayar temas musicales, “pero en las noches sacábamos ratos para alegrar a los compañeros”.
“Estamos contentos porque en las fiestas de San Pedro hemos podido cantar con libertad”, dijeron. “La guerra nos impedía cantar”, añadieron.

Desde hace un año comenzaron los ensayos y la adquisición de instrumentos musicales.
Pablo Lima
La orquesta tomó vida con los diálogos de paz y ha sido tanto el entusiasmo que desde hace un año comenzaron los ensayos y la adquisición de instrumentos musicales.
“Por ahora somos más de 60 artistas ansiosos de subir a una tarima para cantarle a la paz”, señalaron los ex combatientes, quienes permanecen hospedados en un colegio de Neiva.
NEIVA