La ciudad Heroica despide hoy a uno de sus hijos más ilustres: Rodrigo ‘Rocky’ Valdés, el dos veces campeón mundial de boxeo.
El púgil, que murió el pasado miércoles en su casa del barrio Crespo, será sepultado en el cementerio Jardines de Cartagena.
Rodeado de familiares, amigos y autoridades de la ciudad, el féretro estuvo ayer en cámara ardiente en el Coliseo Bernardo Caraballo del barrio Torices.
Hasta allí no solo llegó su numerosa familia, conformada, entre otros, por sus 12 hijos, producto de cinco uniones, sino también un centenar de amigos: celadores, obreros de construcción, pescadores y carretilleros, con quienes siempre hablaba en el camellón de los Mártires, la plaza de los Coches o en cualquier esquina del mercado de Bazurto.
“Siempre fue un hombre del pueblo y nunca se le subió la gloria a la cabeza, esa fue su más hermosa virtud”, dijo el carretero Wiston Arteaga.
Muy temprano llegó a despedirlo el alcalde de la ciudad, Manuel Vicente Duque, y otras autoridades. Todos buscaban a la viuda del púgil, inconsolable, Ana Tijerino.
“Un hombre hermoso, bueno, alegre, quien siempre hizo el bien y a quien todo el mundo quería y respetaba, yo me fui a vivir con él cuando yo tenía 32 años, a partir de ahí fue mi compañía más importante”, recuerda Tijerino, con quien ‘Rocky’ tuvo dos hijas.
La despedida más sentida fue la que le dio el primer campeón mundial de boxeo que tuvo Colombia, Antonio Cervantes, ‘Kid Pambelé’, quien entró al Coliseo hacia las 10 de la mañana.
“Fue un pegador mortal y tenía una defensa cerrada que en su momento fue una combinación muy admirada en el mundo boxístico”, señaló ‘Kid Pambelé’ mientras observaba el ataúd que se llevaba a su amigo.
La última vez que se vieron fue en un homenaje que les hizo la Universidad de Cartagena a las glorias del deporte en Bolívar.
En el desfile de amigos que lo han ido a despedir estuvieron los también exboxeadores Rubén ‘la Cobra’ Valdés y Bernardo Caraballo.
Asimismo fue muy conmovedora la presencia de su médico por 20 años y quien lo acompañó en las dos peleas por título mundial, el doctor Armado Pomares, quien lloró como un niño frente a su viejo amigo.
“Rodrigo fue un ejemplo: disciplinado, entregado a su deporte y ante todo una persona íntegra, un modelo que deben seguir nuestros deportistas”, señaló el médico Pomares.
JOHN MONTAÑO
Redactor de EL TIEMPO
