Luego de un año de cierre, la frontera entre Colombia y Venezuela fue abierta. A las cinco de la mañana de ayer se produjo el desbloqueo que fue anunciado el jueves por los presidentes de ambos países, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, tras el encuentro sostenido en Puerto Ordaz, una población ubicada en el estado Bolívar, en territorio vecino.
La llegada masiva de venezolanos no se hizo esperar. De acuerdo con Migración Colombia, hasta el mediodía de este sábado, más de 28.000 personas habían ingresado a territorio colombiano.
El reporte daba cuenta de que solo por el puente Simón Bolívar, que comunica a Villa del Rosario (Norte de Santander) con la población San Antonio, en el estado Táchira (Venezuela), habían ingresado a Cúcuta más de 22.000 personas. Por Puerto Santander (Norte de Santander), 3.700; por Arauca 1.500 y por Paraguachón (La Guajira) 1.200.
En el puente Simón Bolívar, los venezolanos caminaron lentamente por la gran aglomeración de personas; muchas de ellas llevaban en sus manos banderas de los dos países, junto a maletas, bolsas y morrales desocupados listos para llenar en los mercados colombianos, algunos de los cuales aumentaron hasta en un 50 por ciento el surtido de productos de la canasta básica, como arroz, azúcar, harina de maíz, pasta, aceite, panela y productos de aseo personal.
Con una canasta vacía, Fabiola Mendoza cruzó con afán la línea limítrofe. La mujer, de 42 años de edad, como muchos, llegó a Colombia procedente de la ciudad de Valencia, en búsqueda de alimentos escasos en su país.
“Vengo por comida, porque allá no hay. Cuando puedes hacer una cola de ocho horas, tal vez, consigues dos paquetes de harinapán. Pero a veces se hace la cola y no se consigue nada”, dijo la venezolana.
Otros hacían la fila con fórmula médica en la mano para intentar conseguir los medicamentos que en Venezuela ya no consiguen hace meses.
Comerciantes de Cúcuta, como Horacio Sánchez, gerente del supermercado Los Montes, señalaron que si bien ha habido un amplio flujo de personas, las ventas han estado más “calmadas” en comparación con los fines de semana del 10 y el 17 de julio, cuando se realizaron dos jornadas para que los venezolanos pudieran pasar y comprar (en Colombia) productos de primera necesidad. Esta vez, según lo acordado por ambos países, el paso por la frontera se mantendrá habilitado desde las 5 a.m. hasta las 8 p.m. (hora colombiana).
De la mano de este desbloqueo, que comenzó ayer, Migración Colombia inició el registro de personas que ingresan al país. Para ello, los ciudadanos del vecino país debían diligenciar un formulario denominado Tarjeta Migratoria de Tránsito Fronterizo, cuya información será sistematizada, lo que será un insumo para la expedición de un futuro ‘Documento de Facilitación Migratoria’.
Con el paso de las horas, el número de viajeros fue aumentando, hasta el punto de llegar a atender, por parte de la autoridad migratoria, un promedio de 5.000 viajeros por hora.
Víctor Bautista, director para el Desarrollo y la Integración Fronteriza de la Cancillería colombiana, dijo que, en una primera fase, la entrega del ‘Documento de Facilitación Migratoria’, que se espera se produzca en unos 20 días, será para los estudiantes y trabajadores que frecuentan los pasos binacionales.
Sin embargo, entrará en evaluación qué otras personas también podrían tener acceso a esa credencial.
“Es la primera vez que se hace este tipo de control en una frontera que antes tenía libre movilidad y que ahora tendrá este tipo de procedimientos”, dijo el funcionario, quien añadió que quien no se haya registrado podría ser objeto de expulsión o deportación.
Por ello, los ciudadanos deberán conservar una copia del formulario que deberá ser sellada en cada entrada y salida del país.
El director nacional de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), el general Gustavo Moreno, informó que 600 efectivos de esa institución hacen parte de un dispositivo de seguridad especial dispuesto en la frontera, para garantizar la tranquilidad durante los desplazamientos por esa zona.
CÚCUTA
