La fotógrafa Alix Perea viajó a finales del año 1978 a su natal Belén, Boyacá, donde dispuso unos días para visitar a sus familiares más cercanos y aprovechar para tomar unas imágenes de su pueblo.
Un fin de semana, en compañía de sus amigas, Alix salió a caminar por las zonas rurales a gastar un rollo fotográfico, pero antes divisó cualés eran los paisajes que quería captar.
Hacia las 5:30 p. m., observó a un viejo campesino quien subía por una cuesta empedrada con un burro, una postal que terminó siendo considerada como una de las únicas fotografías que demostraría "evidencia" de ovnis por los cielos de Colombia, según Miguel Roberto Forero, llamado el padre de la ufología en el país.
Al momento cuando disparó el obturador de su cámara para tomar la imagen, Alix no habría notado nada extraño, pues la escena ocurrió en un parpadeo y siguió su camino, pero días después de su retorno a Bogotá y tras desarrollar el rollo evidenció que esa fotografía contenía un objeto que nunca antes había visto.
La composición de la imagen quedó como pretendió: un camino lleno de árboles y cercas por donde caminaba un viejo campesino subiendo con su burro. Pero en el cielo aparecía un objeto de forma triangular, el cual, según Forero, dejó a su paso una estela de condensación, como se llama al rastro en el aire que deja tras de sí un cuerpo en movimiento.

Imagen de Alix Perea en el periódico EL TIEMPO el 6 de diciembre de 1978.
EL TIEMPO
Tanta fue la curiosidad y rareza que despertó en la mujer esta fotografía que buscó a colegas para descifrar qué era eso. Alix llegó hasta los laboratorios fotográficos de EL TIEMPO y luego de analizar la imagen esta salió publicada el miércoles 6 de diciembre de 1978, con el título: “Un ovni… ¿o qué?”.
“Esta extraña fotografía fue captada por Alix Perea en Belén (Boyacá) entre 5:30 y 6:00 p. m. Su propósito era fotografiar el viejo que iba subiendo por el camino y al desarrollar el rollo fotográfico apareció lo que ella inicialmente creyó que era un rayón y al ampliarlo descubrió que se trata, al parecer, de un objeto volador no identificado (ovni). El negativo fue analizado por el fotógrafo de este diario Enrique Benavides, quien pudo comprobar que no se trataba de un montaje”, se lee en el periódico.
La rareza de la foto publicada en este diario llamó la atención de Miguel Roberto Forero, quien por esa época escribía artículos periodísticos para revistas internacionales que hablaban de estos temas.
En búsqueda de Alix llegó hasta un laboratorio fotográfico en Teusaquillo, propiedad de la mujer, y la invitó a reunirse con Juan José Benítez, español reconocido mundialmente por sus estudios en cuanto temas ovnis.
“Vi la fotografía que usted publicó en EL TIEMPO, muy interesante, ¿cuénteme cómo fue la cosa?”, indagó Forero sobre la procedencia de la imagen, consiente que en todo lo que respecta a estos temas hay mucha “charlatanería”.
Tras escuchar a la mujer, junto con Benítez, Forero aseguró que no es solo la única sino “la mejor fotografía que se ha tomado de ovnis”. Para el experto, es evidente el objeto volador no identificado que aparece en la imagen y la estela que deja este a su paso; sin embargo, reconoció que a ciencia cierta no sabría descifrar puntualmente qué podría ser este elemento.

Esta es la fotografía tomada por Alix Perea en Belén, Boyacá. Miguel Roberto Forero conserva la imagen como un tesoro.
Alix Perea
Para Forero, Alix Perea no tendría necesidad de inventarse semejante cuento, pues insistió en que hay muchas historias que son “falacias, las cuales hacen que la gente vea estos temas como pura palabrería”.
“Esto no tiene truco. Son unos señores del laboratorio de EL TIEMPO quienes así lo afirman. En ese caso, los fotógrafos habrían dicho que el negativo estaba intervenido”, añadió Forero.
Por esa misma época, ya en 1979, al norte de Bogotá, donde está ubicado el entonces colegio femenino Sans Façon, un grupo de unas 40 niñas de primaria jugaba en el patio de banderas de esa institución hacia las 10 de la mañana.
Luz Maritza Barrero era una de las alumnas de esa institución para ese entonces, ahora es médica, y recuerda que tres luces blancas se posaron por un largo tiempo en el patio de banderas de ese centro educativo.
“A todas nos llamó mucho la atención estas tres luces blancas fijas allí. Salimos corriendo a mirarlas, estábamos impactadas con el suceso que veíamos. Estuvimos todo el tiempo, unos 30 minutos, de repente alguien dijo que era un ovni, pero todo quedó ahí, sin saber en realidad que era lo que veíamos”, dijo.
La mujer contó que no le cabe duda de lo que vio no se trataba de luces que provenían de algún avión, pues estaban a escasos centímetros de las astas de las banderas; además, duraron un largo tiempo suspendidas en el aire.

Esta es la publicación de la revista Cromos.
Cromos
Este supuesto avistamiento ovni lo reseñó la revista ‘Cromos’ como “pánico en uno de los mejores colegios de Bogotá”. En el artículo señaló que “platillos voladores” incursionaron ante las niñas de esta institución.
“No sabemos qué era, pero después de tanto tiempo uno piensa que, en todo caso, hay sucesos muy difíciles de explicar. He visto que en otros sitios del mundo han ocurrido situaciones parecidas, quizá sí hay algo de realidad”, dijo Barrero.
Desde los años 50 y 60, cuando comenzaron a surgir investigaciones realizadas por Estados Unidos sobre los objetivos voladores no identificados (ovnis), la búsqueda de supuestos fenómenos aéreos que no tengan cómo explicarse surgió en distintas capitales del mundo. Bogotá, además del caso de Sans Façon y del suceso que ocurrió en el aeropuerto El Dorado, donde un avión de la Fuerza Aérea habría perseguido un extraño aparato en 1964, no escapa.
Respecto a la aparición de ovnis en la capital del país, Germán Puerta, director del Planetario de Bogotá, manifestó que es común que las personas digan que los ven, teniendo en cuenta que hay muchos fenómenos aéreos, como aviones, drones y satélites; además de la Estación Espacial Internacional, la cual es muy brillante.
Para Puerta, estos elementos en el cuelo pueden confundirse con objetos no identificados; sin embargo, no se trata de nada inexplicable o que requiera mayor análisis.
“Al Planetario llegan imágenes y videos de fenómenos aéreos, pero sobre estos no se puede decir mayor cosa. Que hay un objeto luminoso o que se mueve, eso no deja alguna evidencia. No se puede decir nada sobre ello”, señaló.
En la capital del país, además, hay quienes dicen que en las noches suelen ver flotando al occidente de la ciudad una luz brillante. Esteban Cruz, especialista en temas ovnis, señala que se trata de las luces de aproximación de los aviones que están a punto de aterrizar.
“Pareciera que flotan de un lugar a otro pero son luces de aviones. Hay que tener los pies en la Tierra. Los ovnis existen como objetos no identificados, son historias que existen, pero no se puede llegar a decir que son hombrecitos verdes”, aclaró.
NACIÓN
*Esta es la última historia del especial 'Archivos X de Colombia', en el cual testigos y expertos analizan episodios relacionados con ovnis que han despertado la curiosidad del país. Ayúdanos a compartir este contenido con el #OvnisEnColombia y cuéntanos si conoces algún caso.