José Alberto Girón, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (Ibal) señaló que, por la turbiedad del agua, fue necesario cerrar desde anoche la bocatoma del río Combeima.
"El río Combeima y las quebradas Guamal y Cay, que alimentan el acueducto, presentaron altos niveles de turbiedad generados por los desprendimientos de bloques de montañas sobre estos afluentes", afirmo Girón y agregó que el barro, los palos y todo tipo de sedimentos arrastrados por las corrientes impiden el funcionamiento de la planta de tratamiento.
El funcionario considera que el servicio comenzará a restablecerse hacia las 3 de la tarde.
"Son más de 400 barrios afectados y en las zonas altas y alejadas vamos a tener baja presión", dijo. Por su parte, María Patiño, habitante del barrio Clarita Botero, señaló que cada vez que llueve fuerte en la parte alta de Ibagué,"la mayoría nos quedamos secos, sin el servicio de acueducto".
"Yo no cargo agua en recipientes, me defiendo con la que tengo en el tanque elevado, pues uno sabe que el servicio lo restablecen unas 8 horas después", aseguró la mujer.
La situación más difícil es para los dueños de restaurantes, locales comerciales y empresas por lo que muchos afirman que "sufrimos bastante porque sin agua no se puede hacer nada".
Ambientalistas consultados coinciden en señalar que la tala de árboles y quemas permanentes son causantes de los fenómenos de erosión en la parte alta.
Afirman que la zona del Cañón del Río Combeima, donde nacen varios ríos y abunda la riqueza vegetal, son sometidas a talas, cultivos, cría de ganado y otras actividades del hombre que terminan por deteriorar y mermar de manera preocupante esa riqueza natural que toda la vida ha siministrado el preciado líquido a la ciudad.
"La tala de árboles y las quemas, por parte del campesino, se ven a diario en esas montañas", señaló un ambientalista.
Agregó que "esas montañas cada día son más pobladas por el hombre".
IBAGUÉ
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