Unas 100 tiendas en el área metropolitana de Barranquilla se han cerrado en los dos últimos años por causa de extorsiones. Entre los comerciantes de Malambo se rumora que si se tienen en cuenta los casos de tenderos que vendieron su local por precios absurdos y los que solo decidieron no volver a abrir, la cifra es más grande.
La capital atlanticense (79), Bogotá (100) y Medellín (108) son las ciudades que más denuncias registran por extorsión en lo que va del año, según información del Gaula de la Policía hasta el 17 de febrero.
El coronel Giovanni Cristancho Zambrano, director de la dirección antisecuestro y antiextorsión de la Policía, señala que son varios los casos donde los extorsionistas se hacen pasar por miembros de grupos armados y llaman para pedir que se les entreguen suministros.
“Claramente una persona que solo tiene una tienda o no cuenta con los recursos no puede comprar eso –explica el coronel–. Cuando exponen su caso ante el delincuente, este cambia la solicitud por 10 millones de pesos, un ejemplo, y como tampoco puede, se lo deja en 2 millones, de forma que quedan hasta agradecidos porque le bajaron”.
El acoso es tal, que en los barrios Chiquinquirá y San Isidro, en el centro de Barranquilla, los tenderos recibieron panfletos con amenazas. La situación provocó que muchos decidieran no abrir sus negocios.
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Las Fuerzas Militares reforzaron las actividades y acompañamiento a comerciantes para combatir este delito.
Fuerzas Militares
Igual ocurrió en la calle 70C, barrio San Felipe. Hace poco, una comerciante resultó herida luego de que hombres en moto dispararan con arma traumática contra su local. Así mismo, los propietarios de una pizzería denunciaron que les dejaron una granada en la terraza.
Orlando Jiménez, presidente de Undeco, agremiación que reúne a los tenderos de esta ciudad, cuenta que los comerciantes sufren este flagelo desde hace 20 años.
“Esto cambió y se puso grave desde el 2019 –explica Jiménez–. Cambia con la aparición de nuevos jefes criminales en la ciudad”.
Un comerciante, que por seguridad prefiere no mencionar su nombre, asegura que a su negocio llevaron un celular de baja gama para que ahí respondiera las llamadas extorsivas.
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¿Qué pasa en Medellín?
La capital antioqueña se muestra como la ciudad con más casos registrados en el último año. La extorsión es uno de los problemas de seguridad más graves y que, según los expertos, se padece en toda la ciudad, siendo las zonas periféricas las más afectadas.
Sin embargo, es un fenómeno con tanto subregistro que es difícil decir si está incrementando o no.
Cifras de la Policía Nacional revelan que en 2021 hubo 544 denuncias por extorsión, mientras que en 2022 la cifra se redujo a 508.

Comuna 13 (San Javier) de Medellín.
Archivo particular
Luis Fernando Quijano, presidente de la ONG Corpades, expresó que el 90 por ciento de los tenderos en el valle de Aburrá tienen que pagar ‘vacunas’.
Según cifras que ha entregado la alcaldía sobre este delito, las zonas más azotadas son las comunas 10 (La Candelaria), 16 (Belén), 13 (San Javier) y 4 (Aranjuez).
Agregó el experto que hay zonas dentro de estas comunas donde el flagelo se recrudece llegando a cobrar por el gas, por parquear o entrar una moto y hasta por estar en un lugar específico. Sobre los grupos delincuenciales que están detrás de esto, contó que prácticamente todos utilizan la ‘vacuna’ para generar ingresos.
“En el valle de Aburrá existe ‘La Oficina’, donde la mayoría de bandas criminales están pegadas. También están otros grupos como Los Mesa, los Triana y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc)”, contó Quijano.
De acuerdo con información de la alcaldía, en Medellín operan cerca de 350 ‘combos’ distribuidos en al menos 20 organizaciones delincuenciales que se lucran de este negocio.
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Modalidades
Pero los tenderos no son las únicas víctimas de este delito, en lo que va corrido del presente año se han registrado 966 denuncias por extorsión; en el año 2022 -mismo periodo hasta el 17 de febrero- la cifra fue de 903 casos, a lo que las autoridades atribuyen un incremento en las denuncias como consecuencia de campañas que adelantan que permiten operativos y capturas.
“Nosotros cada día estamos generando más campañas de prevención –explica el coronel Cristancho–. En la medida en que más gente llama a denunciar, así mismo vamos identificando y consolidando los datos de números de los que llaman”.
Dentro de los datos consolidados, se ha logrado identificar que muchos de los números celulares se encuentran en Meta y también representan un número significativo las llamadas que provienen del interior de las cárceles.
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Dos de los panfletos que reciben los comerciantes.
Archivo particular
Solo en la cárcel de Cómbita, en Boyacá, se tienen identificados más de 300 números celulares de los que se efectúan llamadas extorsivas. En el escalafón de centros penitenciarios también se encuentran La Tramacúa, en Valledupar, y Doña Juana, en La Dorada.
“Hay sim cards adquiridas para llamar a un solo número –aclara el coronel–. Sin lugar a duda, es un problema por la falta de regulación que hay para poder comprar estas tarjetas, los delincuentes tienen un medio de comunicación sin ninguna restricción”.
Según el director de la dirección antisecuestro y antiextorsión de la Policía, hace falta un control más riguroso a la adquisición de sim cards en el país, ya que los delincuentes pueden comprar desde las cárceles sin temor a que se les requiera algún documento. Otro de los problemas por la falta de regulación es el de las aplicaciones para pagos en línea, como Nequi.
Según el coronel, un 70 por ciento de los pagos se hacen de forma digital, ya que el registro en esta plataforma solo es con un número de celular que no necesita ningún otro dato.
“La falta de regulación hace que estas plataformas no tengan un seguimiento –sostiene el coronel–. Solo le arrojan un código y la gente va y retira la plata del cajero”.
Los hombres resultan la población más afectada por este fenómeno. En lo corrido del 2023, son 668 los casos, frente a 272 mujeres.
“Los hombres son más afectados, porque, lamentablemente, son los que más caen en redes sociales –indica el coronel–. Son casos donde mujeres los contactan, intercambian fotos y luego los extorsionan con enseñar las que tienen. También pasa que los tiene durante varios días con mensajes o intercambio de fotos y luego los llaman a decirles que estaban hablando con menores, por ese tipo de extorsiones se han llegado a pagar hasta 80 millones de pesos”.
Dentro de las modalidades se encuentran las llamadas, los panfletos amenazantes y también se han registrado llamadas a personas que ofrecen servicios varios para llevarlos a zonas alejadas y retenerlos mientras se contacta a familiares para intimidarlos. Se pueden registrar en el día hasta ocho casos.
Autoridades también señalan que hay casos de hurto (hasta de mascotas) donde se ponen en contacto con los afectados para pedir dinero a cambio de sus pertenencias.
“Se sabe de casos en los que, previa investigación por redes sociales y hackeo de cuentas, contactan a personas con familiares o conocidos en el exterior para decirles que tienen una encomienda –dice el coronel–. Pero luego les dicen que esa encomienda tiene algo ilegal y proceden a presionarlos para que paguen”.
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'La Mona' fue dejada a disposición de las autoridades competentes.
En cuanto a las capturas, autoridades registraron la captura de 163 extorsionistas hasta el 17 de febrero del 2022; en lo corrido de este año van 130.
Los grupos de delincuencia común organizados son los principales responsables de este delito donde los empleados, comerciantes y trabajadores independientes son los más afectados.
En el caso de Barranquilla, la Policía identifica que los principales grupos detrás de este delito son 'Los Costeños', 'Los Rastrojos Costeños' y 'Los Rastrojos Caleños'.
Dentro de los sindicados de mantener azotados con vacunas a pequeños comerciantes y choferes está Ricardo Martínez Gutiérrez, alias ‘El Negro Ober’, cabecilla de Los Rastrojos Costeños, preso en La Picota, de Bogotá, quien fue trasladado a Girón, justamente por extorsionar a través de videos donde amenazaba a sus víctimas de muerte
El Gaula Atlántico reporta las capturas de alias 'La Mona', alias 'Maru' y alias 'Julito'.
'La Mona' significó para el Gaula un golpe contundente contra uno de los grupos delictivos con mayor influencia en Barranquilla, pues era la encargada de las finanzas del grupo y de dinamizar las extorsiones, así como mantener una comunicación con alias 'Castor', máximo cabecilla de la estructura y quien se encuentra preso en Venezuela.
MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA BORRERO, LEONARDO HERRERA DELGANS y ALEJANDRO MERCADO
Redacción NACIÓN
EL TIEMPO
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