Fue un 9 de marzo del 2009. La fecha nunca se borrará. Ese día, con 10 años de edad Moisés Castellar fue sometido a la extracción de un tumor maligno que crecía en su cabeza (Ependinoma grado 2 de fosa posterior).
Él es un sobreviviente al cáncer infantil, una enfermedad que al año mata a miles de infantes al año en el país.
“Primero fue un dolor de cabeza, que fue diagnosticado como una migraña crónica luego vinieron los vómitos a propulsión… los desmayos, y apenas tenía 8 años”, cuenta Moisés que hoy tiene 17 años y hace el primer semestre de Administración de Empresas, con la certeza de que la batalla terminó.
Después de falsos diagnósticos hechos por la EPS, que tan sólo veían dolores de cabeza, apareció en la vida de Moisés el neurocirujano Leonardo Dominguez de la Ossa quien le dio la noticia a la familia.
"Él es un hombre de mucha experiencia, y en cuanto escuchó el cuadró y los antecedentes médico, no tuvo duda, recuerdo que estábamos con mi mamá y mi papá en el consultorio, y el doctor Dominguez pidió que me retirara porque tenía que hablar con ellos, y, sin hacer el primer Tac, diagnosticó el cáncer… mis papás salieron llorando del consultorio", recuerda Moisés.
El relato de Moisés es el mismo de millones de personas que padecen la enfermedad, pero con la mirada de un niño, que perdió los años más bellos de su inocencia, y que gracias al amor de su familia ganó la batalla.
Fueron 28 quimioterapias y 10 radioterapias y más de una decena de resonancias magnéticas.
“Lo más fuerte es la resonancia magnética en el cual a uno lo acuestan y entra en una cápsula, una vez el cuerpo está dentro la maquina hace fotos del cuerpo, primero durante media hora, luego lo sacan y le inyectan la Gadolinio, y vuelven y lo meten a la máquina, esta droga hace que los órganos del cuerpo se vean más claros”, dice Moisés, que fácilmente expresa su sonrisa Caribe, esa que no perdió en 10 años de lucha contra la enfermedad.
Aunque tiene recuerdos tristes como el fuerte sonido que emite la cámara donde se hacen las radioterapias, “al paciente le tiene que poner tapa oídos porque el ruido es muy fuerte”, recuerda.
Ciclo paseo
Este miércoles 15 de febrero, con un ciclo paseo que partirá a las 6 de la tarde de la explanada del Castillo de San Felipe y que irá hasta los bajos del Reloj Público en el Centro Histórico, Funvivir, la fundación que ayuda a un centenar de niños que en el Caribe luchan contra la enfermedad, busca despertar la solidaridad de la ciudad. Los asistentes deberán ir con camiseta blanca y una cinta dorada.
John Montaño
Redactor de EL TIEMPO
Cartagena.
En Twitter: @PilotodeCometas