En el poblado de 'El Diviso', un caserío del municipio de Uribe, afectado por la guerra y por las plantaciones de coca, su comunidad quiere acabar con ‘la mata que mata’ y trabajar de la mano con las instituciones del Estado y organismos internacionales en la sustitución de cultivos.
Cerca de 300 familias que derivan su sustento de manera directa o indirecta de los cultivos de coca están dispuestas a convertirse en el proyecto piloto de la sustitución de cultivos en el sur del Meta.
El alcalde de Uribe, Jaime Pacheco, informó el jueves que han realizado dos mesas de trabajo con esta comunidad para avanzar en ese propósito y que la firma del compromiso de erradicación manual a cambio de sustitución está muy cerca.
Las comunidades quieren dejar en el pasado la coca y solo arrancarán las matas cuando vean en sus fincas los proyectos productivos.
De hecho, a través de la Asociación de Campesinos y Productores Agropecuarios de El Diviso, lograron entrevistar a cada una de las familias con el fin de saber a qué proyecto le apuestas si deciden arrancar las matas. Las familias revelaron que quieren trabajar en proyectos de ganadería, aguacate, cacao, café y cítricos.
“Esperamos que en noviembre, cuando se firme el acuerdo de acabar con las plantaciones de coca, los proyectos productivos ya estén en la zona para darle confianza y transparencia al proceso”, dijo el alcalde de Uribe.
En las mesas también hay comunidades cocaleras de los municipios de La Macarena, Vista Hermosa, San Juan de Arama y de Mesetas, pero las de 'El Diviso' son las más adelantadas.
En las mesas de trabajo las comunidades cocaleras de 'El Diviso' están acompañadas de la Alcaldía de Uribe, Consolidación Territorial, la Agencia para la Sustitución de Cultivos de la Presidencia, la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito, con las garantías de la MAPP-0EA y la Defensoría del Pueblo, en materia de protección de los Derechos Humanos.
LLANO SIE7EDÍAS
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