"A lo mejor, si yo hubiese estado contenta con él, las cosas así no hubieran pasado", dice Noralba Gutiérrez Hernández, que perdió a su esposo en la avalancha que dejó más de 300 muertos en Mocoa el pasado 1.° de abril y, por un error, sepultó el cuerpo equivocado en Villamaría (Caldas).
El conductor Ancízar Cárdenas Palacio llegó el viernes 31 de marzo a la capital de Putumayo en su camión, con un cargamento de neveras. Esa noche la pasó sin hablar con su pareja porque estaban peleados. A la mañana siguiente, el cuerpo del hombre de 51 años fue uno de los primeros en ser encontrados en el hotel donde se hospedó.
Sus hermanos salieron de Manizales el domingo y llegaron al lugar de la emergencia el lunes para reconocer el cadáver. Dos días después, amigos y familiares recibieron, sin saberlo, a la persona equivocada en Villamaría (Caldas) y la sepultaron creyendo que era su difunto.
Fue apenas el pasado domingo cuando Noralba recibió una llamada en la que le pedían ir con urgencia al camposanto para exhumar el cuerpo, que había resultado ser de otra víctima, y remplazarlo por el de Ancízar. "Ellos (sus cuñados) hicieron el reconocimiento, pero no sé qué pasó allá al entregárselo", se queja la viuda.

Noralba Gutiérrez, la compañera sentimental de Ancízar Cádenas, dice que también desconfía del último cuerpo que le entregaron, pues duraron 22 años viviendo juntos y lo conoce muy bien.
Jonh Jairo Bonilla / EL TIEMPO
La mujer, que vivió 22 años con Cárdenas, asegura que ella sí sospechó desde el principio que había un error, pero quiso evitar conflictos familiares. "El cuerpo tenía un número y en el acta aparecía otro. Yo lo noté, pero nadie dijo nada. Entonces, se quedó así", cuenta.
Según información que el director de Medicina Legal, Carlos Valdés, le dio a 'Caracol Radio' de Manizales, el intercambio habría sido un error de la funeraria de Mocoa a donde llegaron todas las víctimas mortales de la emergencia.
El cuerpo tenía un número y en el acta aparecía otro. Yo lo noté, pero nadie dijo nada
Una vez corregida la equivocación, Noralba y el resto de la familia esperan que Ancízar ahora sí pueda descansar en paz. Así mismo, podrá hacerlo el difunto anónimo que por unos días ocupó su lugar y que, tras la exhumación, fue regresado a Putumayo para que puedan sepultarlo con su verdadera identidad.
MANIZALES