James Rodríguez, jugador del Real Madrid y volante de la selección Colombia, despidió este medio día a su abuelo materno Alcides Rubio Peña.
Las exequias se cumplieron en la iglesia María Auxiliadora, del barrio Cádiz, y, en medio de estrictas medidas de seguridad de la Policía Metropolitana de Ibagué, el jugador estuvo presente en la eucaristía que se prolongó más de una hora.
James también asistió al traslado del cuerpo hasta el cementerio ubicado en la salida de Ibagué a Bogotá y se cree que esta tarde regrese a España.
Rubio, 77 años, murió el miércoles anterior en una clínica de Ibagué, a donde había sido llevado por problemas cardíacos y ese mismo día, tras conocer la noticia, el jugador llegó a Bogotá procedente de Madrid (España).
Anoche, acompañado de sus familiares, el 10 de la selección Colombia estuvo durante horas en la sala de velación de la funeraria Los Olivos, pero siempre protegido por la Policía pues la familia solicitó privacidad en los actos religiosos.
Don Alcides se sentía orgulloso de su nieto, y no se perdía sus golazos
"Queríamos privacidad en este momento tan doloroso para la familia", señaló Patricia Rubio, tía del jugador.
Quien sí cruzó algunas palabras con James Rodríguez fue el sacerdote Julio César Guarín, encargado de los oficios religiosos en el barrio Cádiz, quien en la celebración de la eucaristía señaló que “don Alcides se sentía orgulloso de su nieto, y no se perdía sus golazos".
“James me dijo anoche que valoraba mucho a su abuelo, que había recibido de él lecciones valiosas y perdurables para la vida”, aseguró el sacerdote Guarín, y agregó que “James amaba a su abuelo”.